CHILPANCINGO, noviembre 11.— Manifestantes mexicanos prendieron fuego este martes a la sede del partido oficialista PRI en el estado de Guerrero (sur) y enfrentaron a la policía en una nueva fuerte protesta, con al menos cinco heridos, por la desaparición de los 43 estudiantes de magisterio de Ayotzinapa, constató la AFP.
El incendio se produjo durante una tensa marcha de un millar de maestros sindicalizados y estudiantes con piedras y palos en Chilpancingo, capital de Guerrero.
La subsecretaría de Protección Civil estatal informó de al menos cinco heridos en la protesta por impactos de piedra, tres de ellos policías y dos periodistas.
Maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero y estudiantes de escuelas rurales de magisterio, que en su mayoría iban con el rostro tapado, se enfrentaron con los policías antimotines.
La marcha forma parte de la ola de protestas que ha desatado el suceso. La Fiscalía anunció el viernes pasado que según confesiones de detenidos, los jóvenes —capturados por policías corruptos de Iguala que los habrían entregado a sicarios del narcotráfico— fueron asesinados y sus cuerpos quemados y después arrojados al río. Pero las familias y compañeros exigen investigaciones más profundas.
Encabezados por los padres de los desaparecidos, estudiantes bloquearon el lunes durante varias horas el aeropuerto internacional de Acapulco luego de enfrentarse con policías estatales, con un saldo de una veintena de uniformados heridos.
De acuerdo con el procurador general de la República, Jesús Murillo Karma, un laboratorio especializado en Austria indicó que una rótula y un pedazo de un cuerpo son las únicas piezas con posibilidades de ser identificadas, y serán enviadas para su análisis.
Pero aclaró que falta la detención de alrededor de diez personas más y por lo menos tres serían también autores materiales del brutal crimen, basado en las declaraciones de tres detenidos confesos.
El Procurador General reiteró que su obligación es buscar a los normalistas en calidad de desaparecidos hasta que no se tengan evidencias que indiquen otra cosa.
Afirmó que la investigación avanza, «no sé cuánto nos vayamos a tardar, pero vamos a llegar a la verdad», subrayó Murillo, quien resaltó que las pesquisas continúan abiertas, pues «tengo la obligación de seguir buscando».