Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) exigieron a los Estados Unidos una actitud menos injerencista y más sensata en el tema del narcotráfico y tildaron de «mentiroso» al Departamento de Estado norteamericano.
Antes de comenzar este jueves las discusiones del vigésimo cuarto ciclo de diálogo, donde se continúa discutiendo sobre el tema de drogas ilícitas, la insurgencia remarcó que EE.UU. carece de autoridad moral para abordar el fenómeno, cuando se hace de la vista gorda ante el hecho de que la CIA maneje el negocio del tráfico de estupefacientes a nivel global, del cual —afirman— provienen los fondos para sus operaciones encubiertas y de desestabilización en países con gobiernos legítimos.
La reacción guerrillera, dada a conocer en la voz del Jefe de la delegación, Iván Márquez, responde a las recompensas ofrecidas por el Departamento de Estado de EE.UU. para capturar al máximo líder de las FARC-EP, Timoléon Jímenez y otros jefes guerrilleros a los que Washington califica como principales narcotraficantes colombianos.
Se torna contradictorio, dicen, que mientras el presidente norteamericano, Barack Obama, ha mostrado su apoyo al proceso, voceros del Departamento de Estado actúen a contracorriente de ese propósito.
Les recordó Márquez que, tanto el mandatario colombiano Juan Manuel Santos, como sus representantes en la mesa de diálogo, han afirmado que las FARC-EP no son una organización narcotraficante, razón por la cual están hoy, todos juntos, allanando el camino hacia la paz verdadera en la nación.
En torno al contexto político colombiano actual, donde se destaca la restitución en el cargo, en cumplimiento de una orden judicial, de Gustavo Petro como alcalde de Bogotá, el Jefe insurgente reiteró la necesidad de defender los derechos políticos de la ciudadanía.
La tiranía del Procurador General de Colombia, Alejandro Ordóñez, y sus abusos del poder, no puede —como lo pretendieron respecto al futuro de la alcaldía de Bogotá—, «echar por tierra este principio elemental de la convivencia ciudadana. Solo la Constituyente podrá dar estabilidad institucional y generar las condiciones que garanticen el ejercicio pleno de la democracia», sentenció Márquez.
Al responder a la prensa sobre la lentitud en las discusiones en torno a las drogas ilícitas y la posibilidad de pasar al próximo punto referente a las víctimas, Márquez reafirmó que esto solo será posible cuando se conforme la Comisión para el esclarecimiento de la verdad de la historia del conflicto.
Sin ese paso, apuntó el Jefe guerrillero, «no va a ser posible abordar la discusión del determinante y decisivo asunto de las víctimas».
No obstante afirmó que, en más de cuatro meses trabajando en el tópico sobre drogas ilícitas, ambas partes se enfrascan con toda capacidad para sacar adelante un acuerdo.
La delegación gubernamental, que como ya es habitual no hace declaraciones a los medios, llegó a la sede de los diálogos en el Palacio de Convenciones de La Habana, sin su máximo representante, el ex vicepresidente Humberto de la Calle, quien, según fuentes del equipo, fue sometido a una intervención quirúrgica ambulatoria y se reincorporará en los próximos días.