CARACAS.—El presidente venezolano Hugo Chávez Frías denunció durante un conversatorio de casi dos horas con su ciudadanía —el cual se inició con un concierto de jóvenes raperos—, las campañas de la derecha local e internacional, y del Gobierno de EE.UU., para desestabilizar el curso de la Revolución Bolivariana en el contexto de los comicios presidenciales del próximo 7 de octubre, tanto durante el proceso, en fecha de este, o después de los comicios.
El estadista sudamericano presidió la entrega, la víspera, de más de 2 000 nuevos hogares del programa Gran Misión Vivienda Venezuela, un mega proyecto social que solo para este año prevé la entrega de 200 000 viviendas —aunque cifras extraoficiales hablan de unos miles más— a familias damnificadas por eventos climáticos, a sectores pobres y de la clase media.
Embajadores de Cuba, Brasil, Rusia, Irán y Turquía estuvieron entre los invitados del diálogo del mandatario, celebrado en la sala Ríos Reyna del teatro Teresa Carreño.
Son estos los principales países que acompañan al gobierno «vinotinto» en su proyecto de edificar tres millones de viviendas antes de que termine la segunda década del siglo; todas equipadas con los artefactos de la vida moderna y una gran parte de ellas subsidiadas, no pocas hasta en un ciento por ciento.
Chávez anunció al país que el sábado en la tarde regresará a Cuba para continuar el tratamiento de radioterapia que sigue tras la reciente intervención quirúrgica en el área donde hace casi un año se le extirpó un tumor cancerígeno. El proceso médico va muy bien, señaló.
Chávez es la tendencia
En la mañana de este jueves, la encuestadora Consultores 30-11, en conferencia de prensa con medios nacionales y extranjeros acreditados, señaló que el líder bolivariano supera en unos 30 puntos la intención de votos del electorado venezolano para las elecciones de la primera magistratura.
El profesor Germán Campos, líder de la entidad, indicó que las casillas a favor del presidente socialista lo favorecen, por ejemplo, en un 62,6 por ciento en cuanto a que es «un candidato que se preocupa por los problemas de la gente»; y en un 61,1 por ciento en cuanto a que «transmite más confianza» que su oponente derechista.
La encuesta tiene un margen de error de entre tres y cuatro por ciento —para arriba; o para abajo.
Indica además que el líder bolivariano goza del beneficio del electorado en un 61,9 por ciento en cuanto a su «capacidad de generar esperanza»; y de un «agrado» —término genérico pero emotivo y bastante marcador en este tipo de investigaciones— del 62,9 por ciento.