RESULTA que en Europa se está llevando a cabo una investigación que estudia el valor nutricional de los insectos y la posibilidad de incluirlos en los menús. Expertos en Bruselas, Bélgica, creen que los «bichos» pueden ser una fuente importantísima y casi vital de nutrientes y que consumirlos reduce los niveles de colesterol por lo que no contribuye a la acumulación de grasas. ¡A cazar grillos se ha dicho!