La policía noruega cerró este miércoles durante dos horas la estación central ferroviaria de esta capital tras una falsa alarma de bomba que causó el pánico de la población, aún conmocionada por el doble atentado del pasado viernes, reporta PL.
El hecho se produjo pasadas las 07:30 horas, cuando un individuo entró a la terminal con una maleta, la dejó en un andén y acto seguido abandonó el lugar.
Un par de horas después expertos de la policía constataron que la valija no contenía ningún objeto peligroso.
Se trata de la tercera ocasión en que las autoridades evacuan la estación central, ubicada a pocos metros del lugar donde el viernes estalló un coche bomba, con saldo de ocho muertos y una docena de heridos.
Ese mismo día un individuo vestido de policía disparó de manera indiscriminada contra unos 600 jóvenes en un campamento juvenil de la isla de Utoya y asesinó a 68 de ellos.
El autor confeso de ambos ataques es un noruego de 32 años Anders Behring Breivik, quien tiene posiciones ultraderechistas y fundamentalistas.
Según las más recientes investigaciones del caso, una hora y media antes de la matanza el asesino envió un manifiesto de mil 500 páginas a más de un millar de direcciones de correo electrónico, en el cual explicaba cómo había preparado la masacre.
Entre los destinatarios de este correo se encontraba el exdiputado noruego Jan Simonesen, el político de extrema derecha Tanguys Veys y por lo menos 250 personas de Reino Unido.
La policía detonó anoche los explosivos hallados en una granja en Aasta, propiedad del autor confeso de ambos atentados, quien se encuentra detenido en el centro penitenciario de Ila, en Sandvika, al oeste de esta capital.