El devastador terremoto de 6,2 grados en la escala de Richter que asoló este lunes el centro de Italia, causó más de 150 muertos, indicaron a DPA fuentes hospitalarias de la afectada región de Abruzzo (al noreste de Roma). Hasta el momento hay decenas de desaparecidos, 1 500 heridos, y unas 70 000 personas sin techo.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, declaró el estado de emergencia, mientras que el Papa Benedicto XVI expresó sus condolencias y oró por los damnificados.
En la imagen, rescatistas colocan en un ataúd el cadáver de un niño junto a su madre, en la pequeña localidad de Onna.