GINEBRA.— De aberrante calificó Cuba la condición derivada de la privación por Israel de los elementales derechos humanos del pueblo palestino y sus inalienables prerrogativas a la libre determinación.
Según PL, el embajador de Cuba ante la ONU en Ginebra, Juan Antonio Fernández, hizo la afirmación durante el debate generado en el Consejo de Derechos Humanos por el informe del relator especial sobre el tema, el sudafricano John Dugard.
Fernández señaló que el documento revela extensamente las graves violaciones a las cuales somete Israel, la potencia ocupante, al pueblo palestino, y se refirió a los daños materiales y las numerosas víctimas civiles ocasionadas por las operaciones militares de Tel Aviv en Gaza, llamadas eufemísticamente Lluvias de verano y Nubes de otoño.
Subrayó que la localidad de Beit Hanoun sufrió particularmente la brutalidad de la agresión, al igual que la población de la Ribera Occidental del río Jordán (Cisjordania), por las graves violaciones de los derechos humanos producidas por las frecuentes incursiones militares, la construcción del ilegal muro de separación, los puestos de control y el derribo de viviendas.
La erección de ilegales asentamientos israelíes en Palestina continúa, y permanecen presos unos 9 000 palestinos, además de que prosigue la práctica de los asesinatos selectivos, dijo.
El representante cubano denunció asimismo la ilegal retención por Israel de fondos pertenecientes a la Autoridad Nacional Palestina y su aislamiento económico por parte de EE.UU., la UE y otros países occidentales.
Son formas de castigo colectivo que vienen a agravar la pobreza en la cual vive la mayoría del pueblo a causa de la ocupación israelí, añadió.
En otra parte de su intervención, recordó que los innumerables informes y resoluciones de la ONU que condenan la actitud de Israel, siguen sin ser acatados por el Estado sionista y su principal cómplice, el gobierno de EE.UU.
Con anterioridad, el sudafricano John Dugard, relator especial designado por el CDH para conocer en el terreno la situación existente en los Territorios Ocupados, y quien nunca recibió autorización israelí para su trabajo, trazó un panorama escalofriante de lo ocurrido en Gaza debido a las repetidas operaciones militares israelíes que, entre junio y noviembre de 2006 asesinaron a más de 400 personas.
Más de la mitad de los fallecidos eran civiles, entre ellos 90 niños, y otras 1 500 personas resultaron heridas, de las cuales 300 eran infantes.
Los misiles, los proyectiles y las excavadoras destruyeron viviendas, escuelas, hospitales, mezquitas, edificios públicos, puentes, tuberías de agua y redes de suministro de electricidad, y las tierras agrícolas fueron arrasadas, comprobó la misión.
Al iniciarse las deliberaciones, Dougard agregó que Israel impone allí una especie de apartheid con colonialismo, con carreteras por las cuales están impedidos de transitar los palestinos, y criticó a las potencias occidentales por su política de protección a Israel.
Senegal, Paquistán, Indonesia, Malasia, Argelia, Marruecos, Túnez, Bangladesh, Mali, Jordania, Egipto, Sudán, Yemen, Siria, Irán, Libia y Kuwait, entre otros países, demandaron acciones que terminen con el sufrimiento de los palestinos.