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El arte de los buenos Vegueros

Bajo las riendas por tercer año de Alexander Urquiola, el hijo de don Alfonso, Vegueros de Pinar del Río aparece nuevamente en la vanguardia del ordenamiento

Autor:

Norland Rosendo

Aun sin poderosas nóminas como aquellas dirigidas por Jorge Fuentes y Alfonso Urquiola, Vegueros de Pinar del Río, año tras año da lustre a las series nacionales y en esta ocasión no ha sido menos.

Bajo las riendas por tercer año de Alexander Urquiola, el hijo de don Alfonso, aparecen nuevamente en la vanguardia del ordenamiento, a pesar de que la mitad apenas ha salido al campo de juego: 11 son novatos y nueve acumulan solo una campaña.

Se sabe también que en los entrenamientos y asesoría permanente están las manos y el pensamiento de los técnicos Juan Charles Díaz, Luis Giraldo Casanova y José Manuel Cortina, quienes tienen mucho que aportar al béisbol cubano.

Los tres mejores pícheres de Vueltabajo en la actualidad, Liván Moinelo, Raidel Martínez y Frank Abel Álvarez, solo aparecen nominalmente en la plantilla, pues la serie coincide con la campaña de liga japonesa, y Frank Luis Medina, otra de sus cartas más seguras también partió a un contrato en el extranjero, pero el conjunto ha sabido reinventarse y ahora, durante el primer tercio de campeonato, el bateo ha asumido mayor protagonismo.

Son los que más jonrones habían conectado antes del juego de ayer (20), liderados por Yasser Julio González, Frank González y William Saavedra, quien suma 157 palos de vuelta completa en su carrera. En conjunto, Pinar del Río figura entre los que más extrabases produce.

Ese trío de bateadores, junto a Jorge Rojas, encabezan a los empujadores de carreras del elenco, todos con más de diez, y también tienen buenos números con el madero Juan Carlos Arencibia y Luis Pablo Acosta.

El picheo cuenta con dos lanzadores de experiencia y buena caja de herramientas para controlar a los rivales: Bladimir Baños y Erly Casanova, aunque las victorias están repartidas entre ocho lanzadores y el cuerpo técnico tiene preocupaciones con el bullpen, que hasta ahora solo ha salvado cuatro juegos, cuando ese ha sido tradicionalmente uno de los fuertes del staff de Vegueros.

Si bien el promedio de carreras limpias es alto: 5.32, con WHIP de 1.69, nada que ver con la historia del picheo de los equipos de esa región, hay un dato que ayuda también a explicar cómo han logrado un saldo positivo de juegos ganados y perdidos con un diferencial negativo de carreras (105 CA y 113 CP, sin contar el partido de este jueves) y es la tasa de out de rolling entre los outs por batazos elevados (1.74), entre los mejores del campeonato en esa estadística.

Eso indica que los pícheres obligan a los bateadores a producir muchas conexiones por el cuadro, ideales para sacar out, aunque la defensa no haya sido tan hermética (.966), por debajo de la media.

Por muchas bajas sensibles que tenga y además estemos en una campaña de mucha paridad entre los equipos, con tendencia a la baja calidad integral, casi todos los pronósticos incluyen a Vegueros en el selecto grupo de los ocho clasificados a la postemporada.

Ellos han dejado claro más de una vez que en el béisbol se gana con nombres, pero también con guerrillas si estas son capaces de funcionar como equipo. Y en eso, siguen siendo maestros.

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