Ayer, en Cuba, hubo más béisbol que frialdad. Muchos dicen que es en estas fechas de frío cuando la «pelota» se pone buena, tanto por el clima agradable para jugar, como por la emoción que supone siempre la recta final del campeonato. La cosa, para placer de los aficionados, está que arde.
Matanzas y Camagüey dividieron. Los actuales subcampeones nacionales golpearon primero y se impusieron cuatro anotaciones por dos. Pero en el segundo desafío de la jornada los Cocodrilos se soltaron a batear y lograron pisar el pentágono de goma en 17 ocasiones, por solo tres de sus adversarios.
A Granma no hay viento que le despeine allá arriba en la cima de la clasificación. Tranquilos, con el boleto en el bolsillo, los Alazanes dispusieron en par de ocasiones de los Cazadores de Artemisa, estos últimos ya sin opciones.
El otro elenco con mejor paso del campeonato, Sancti Spíritus, se hizo escuchar en el estadio 5 de Septiembre y confirmó su candidatura a luchar por la corona este año. Cienfuegos perdió en casa el doble frente a los Gallos y se le «enredaron» un poquito las cuentas. Si bien todavía no hay peligro, los Elefantes necesitan vencer en todos los partidos que restan para asegurarse la clasificación por sus propios medios, pues de lo contrario dependerían de lo que hicieran otros equipos.
A Santiago se le demorará un poco más el desenlace, debido a que la COVID-19 mantiene a los jugadores indómitos «quietos en base». No obstante, la subserie entre Avispas y Piratas, se juegue cuando se juegue, tendrá un peso considerable en el desenlace final de esta novela de 75 episodios.
Las Tunas tampoco debe tener problemas en obtener la «visa» para la otra fase. Ayer los Huracanes de Mayabeque, quienes conservan intactas las aspiraciones (mínimas, eso sí) de llegar por primera vez con ese nombre a unos play offs, lograron hacer una muesca en el mango del hacha de los Leñadores, y aprovecharon el desliz de Pinar del Río en el primer juego contra Holguín para «subirles» una categoría a sus vientos. No obstante, los tuneros lograron tomar revancha en el segundo encuentro y se apuntaron la victoria seis carreras por cuatro.
Como adelantamos arriba, Holguín «pegó» más contra la pared a Pinar, necesitado de trocar partido por victoria en cada encuentro que le queda del calendario regular. El segundo choque entre vueltabajeros y Cachorros no se celebró. Pativerdes, Azules y Cocodrilos son los elencos con más juegos restantes, y los tres necesitan sumar «sonrisas» para soltar la última carcajada.
Industriales es otro elenco que tiene un futuro incierto en esta campaña. Los Azules, que están jugando con varios «parches» en su nómina debido al impacto de la pandemia en sus filas, recibieron la víspera al descafeinado equipo de Guantánamo, necesitados de sumar al menos nueve victorias en los 12 partidos que tienen por delante. Y tuvieron un buen inicio de año, pues lograron imponerse en ambos juegos.
Así las cosas, quienes mantienen la cabeza «fuera del agua» sin ningún tipo de preocupación son los Alazanes y los Gallos. La cosa no puede estar más emocionante. A Matanzas, Industriales y Pinar del Río les restan aún varias batallas por librar en esta Serie, y Mayabeque, con una situación cada vez más complicada, sigue jugando cada partido como si se tratara del séptimo juego de una final. ¿Qué más se le puede pedir al inicio de esta década beisbolera?