Los Toros regresan a la llanura

MATANZAS.— En un partido que pasarán años y nadie va a olvidar, ni aquí, ni en Camagüey, los Toros no se dejaron ahogar en el pantano rojo, pese a que la remontada se quedó en el bate del líder en jonrones del campeonato.

Al concluir la parte alta del séptimo inning, los visitantes se habían colocado a una carrera del nocaut, mientras Lázaro Blanco iba camino, cómodamente, a su décima victoria en postemporada. Pero lo cierto es, queridos lectores y lectoras, que Blanco explotó en ese mismo capítulo y otra vez el bullpen no pudo cazar los últimos outs al punto de que Miguel Borroto, en el noveno, tuvo que mandar al box a Yosimar Cousín, su abridor del presunto sexto choque, pues para su equipo no había sábado sin jueves.

Los que se habían ido del estadio frustrados por el resultado parcial, tuvieron que volver a todo galope cuando supieron que el juego se había puesto a un jonrón del campeonato. Las bases estaban llenas y solo un out en la pizarra, pero Cousín ni miró las gradas. Ponche para Yasiel Santoya, ponche para Arruebarena, y a decidir en Camagüey. Los Toros se ganaron una vida más. ¿O serán dos?

Cousín lanzó también su candidatura al Jugador Más Valioso del play off, si es que ocurre lo que nunca ha sucedido en finales, aunque sí en otras instancias de postemporada. Solo ocho veces ha habido una remontada ganando los últimos tres juegos y todas han sido en cuartos de final y semifinal, según los archivos de nuestro estadístico Benigno Daquinta.

Mientras Borroto ratificó a Cousín para la apertura sabatina en el Cándido González, su oponente, Armando Ferrer, no quiso aventurarse con un nombre. Podría darle nuevamente la pelota a Noelvis Entenza, probar con Yosvani Torres, o darle la oportunidad a Freddy Asiel para que se vengue de su mala apertura ayer. El diestro de Villa Clara está habilitado por lanzamientos, pese a que no parece la decisión más sensata, al menos para empezar el choque.

Blanco y Borroto agradecieron los aportes del experto entrenador de pitcheo José Manuel Cortina, artífice a la sombra de los éxitos del staff agramontino. «Conversó conmigo anoche y me dijo cómo trabajar, que me enfocara en el primer inning», comentó el lanzador de Granma.

«Nosotros hacemos en cuestión de pitcheo lo que él nos indique, respetamos su opinión; Pedro Luis Lazo es su alumno más aventajado, y si estamos aquí se debe también a los aportes de Cortina», dijo el también timonel de la selección nacional para el preolímpico de Arizona en el venidero mes de marzo.

A Camagüey le funcionaron los ajustes en el lineup. De sus nueve regulares, solo Yorbis Borroto, bajado al octavo turno, se fue sin pegar hit, y entre cuarto y quinto, Alexander Ayala y Leslie Anderson, ligaron de 8-4 y remolcaron cinco anotaciones.

Por los Cocodrilos, César Prieto volvió a sacudir par de imparables, incluido un triple, una de las noticias más gratas para Ferrer, que no ha dejado de confiar en la versatilidad del muchacho como hombre proa de su alineación.

Yurisbel Gracial todavía no ha puesto la bola al otro lado de las cercas, pese a que ayer sí tuvo buenos contactos. Se fue de 3-0 y en sus dos últimas visitas al plato paró las gradas con sendos palos capturados en lo profundo de los jardines izquierdo y central, respectivamente, que sirvieron para fletar dos carreras.

Se rompió el invicto de los matanceros en sus predios, en esta postemporada, y el Victoria de Girón quedará en silencio hasta la zafra venidera. Lo único seguro, hasta ahora, es que este fin de semana nuestro béisbol tendrá un nuevo rey.