A la segunda vuelta de la 104ta. edición de la Liga Nacional de Fútbol de Cuba le quedan solo 90 minutos. Eso, y lo que decida agregar hoy el árbitro sobre el césped del guantanamero Roberto Mora, cancha en donde se definirá el acompañante de La Habana al partido por la corona.
Hasta casa de sus vecinos del este del archipiélago se fueron los vigentes monarcas de Santiago de Cuba, para quienes una victoria ante el once del Guaso significa la posibilidad de defender su lugar en el trono futbolero.
Mientras, el panorama muestra otras dos realidades: los de la capital, punteros de la tabla, esperan tranquilos a su rival en el juego definitivo; a la vez, en Villa Clara deben andar pidiendo en todos los altares que los Diablos Rojos no venzan en su última presentación, un resultado que reafirmaría a los del centro como segundo finalista.
En el caso de los habaneros, se trata de un digno regreso a la cima tras un terrible 2018, cuando no pudieron incluirse entre los mejores del país. Algo similar ocurre con los villaclareños, campeones de 2016, y que esta vez han vuelto a pisar fuerte en un certamen del cual han sido habituales favoritos.
Si bien hay que hablar también del buen paso por la segunda vuelta de elencos como Camagüey y Artemisa, igualmente hay que señalar el descenso de la escuadra de Cienfuegos en esta parte del campeonato, al punto de que los sureños cerraron en el penúltimo puesto del escalafón con seis puntos, como consecuencia de sus cinco derrotas y solo par de sonrisas.
Hoy se sabrán oficialmente los protagonistas de un duelo sobre el cual aún se desconoce fecha y lugar.