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Lázaro de la Torre fue conocido como el brazo de hierro. Autor: Tomada del periódico Trabajadores Publicado: 21/04/2025 | 09:22 pm
En la 11na. Serie Selectiva desarrollada en 1985, hace 40 años, el capitalino Lázaro de la Torre Armenteros protagonizó uno de los cierres más espectaculares que se recuerde en la historia de los torneos beisboleros organizados después de 1962.
El estelar derecho del Cotorro acumuló nada menos que seis victorias y un juego salvado en los nueve últimos partidos del equipo Habana. Su hazaña adquiere ribetes impresionantes cuando recordamos que en apenas cuatro días ganó dos dobles juegos, uno frente a Orientales y el otro contra Las Villas, finalmente titular del torneo.
El 24 de abril de 1985, De la Torre fumigó en par de ocasiones a las Avispas en el Cristóbal Labra, 11-10 y 6-3, en desafíos que se definieron en extrainnings.
Pasados cuatro días, el domingo 28 de abril, sometió por partida doble a la trituradora villareña, 5-3 y 3-2, para meter a su equipo en la pelea que, faltando tres jornadas para el epílogo final de la contienda, se colocó a dos juegos de la tropa de Eduardo Martín y a uno de Matanzas, que marchaba detrás de los líderes.
Ante unas 20 000 personas reunidas en el estadio 5 de Septiembre, De la Torre dejó en seis jits a un plantel que el día anterior había bateado a su antojo contra los monticulistas habaneros.
Después, en el desafío de fondo, el corajudo serpentinero vino en auxilio de Ángel Leocadio Díaz, quien explotó por segunda vez en la subserie y realizó un formidable relevo de cuatro capítulos y dos tercios, al soportar únicamente cuatro imparables de la trituradora.
Tres días más tarde, el miércoles 1ro. de mayo, De la Torre registró otro relevo de leyenda, al doblegar a Pinar del Río, 8-5, en el estadio Latinoamericano. Para sorpresa de todos, el jueves 2 de mayo, en la clausura del certamen, el estelar derecho volvió a escalar la lomita del Coloso del Cerro para dominar a los vueltabajeros, 4-2; pero Las Villas aventajó a Orientales, 7 carreras a 2, y se adjudicó el tercero de sus cuatro cetros selectivos, mientras los habaneros quedaban como subcampeones gracias a la colosal actuación de Lázaro de la Torre que en ocho días ganó seis juegos y salvó uno, lo que le permitió mejorar su balance adverso de 3 y 5 y concluir al frente de varios lideratos, entre ellos el de victorias con 9. De más está decir que resultó escogido como el mejor tirador derecho de la justa.
