Marco Asensio encendió temprano la grada del Bernabéu. Autor: AFP Publicado: 21/09/2017 | 07:03 pm
No cabe un grito más en la grama de Chamartín. Mientras algunos todavía se acomodan en el asiento, Asensio toma la pelota en tres cuartos de cancha y no piensa mucho. Como un instinto, el latigazo que saca del botín zurdo convierte al balón en una estrella fugaz que pasa sobre Ter Stegen. El arquero alemán la mira, incrédulo, como pidiendo que acabe ya el partido. Es el minuto cuatro en la vuelta de la Supercopa de España, y el gol del número 20 en el Santiago Bernabéu es solo el calentamiento.
El equipo blaugrana ha llegado a la capital española tras caer estrepitosamente el pasado domingo en su feudo. La pegada de los de Zidane dejó la eliminatoria (casi) definida, con dos obras de arte —una de Cristiano y otra del muchacho mallorquín— enviadas al fondo de las redes durante los últimos diez minutos de juego en el Camp Nou.
El gol madrugador retrata el guión del partido. El Madrid —esta noche sin Ronaldo— adelanta las líneas y anuncia un primer tiempo de asfixia. Los de Valverde sufren, mientras Messi, despojado de su acostumbrada santidad, reclama al árbitro una y otra falta. En medio del scherzo «blanco», Benzema agarra un balón al vuelo y extiende la diferencia.
El complemento resulta más largo que la espera de madrugada en un pasillo de hospital. El Barcelona recupera la pelota en un intento por hacer control de daños. Al frente, el cuadro «merengue» espera sin prisa. Sabe que el tiempo restante es poco más que un trámite. Su décimo trofeo de supercampeones, espera para ser levantado.