Neymar cargó con el peso ofensivo del Barça. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 06:25 pm
Los grandes partidos de fútbol siempre tienen intensidad, buen tino con el balón y goles. Y eso fue lo que vimos en el duelo entre el Barcelona y el anfitrión Athletic de Bilbao, este miércoles, en la ida de cuartos de final de la Copa del Rey. La victoria, luego de tanto ir y venir, fue para el que la mereció: el conjunto blaugrana.
Nuevamente, el estadio de San Mamés fue un fortín difícil para los visitantes, y los primeros 15 minutos estuvieron matizados por el empuje de los locales. A partir de entonces, el cuadro dirigido por Luis Enrique consiguió tomar las riendas del encuentro con preciso toque, amparado en su buen mediocampo por las habilidades de Rakitic, Busquets e Iniesta.
El poderoso tridente no salió completo esta vez debido a las ausencias de Luis Suárez- por sanción- y Messi, a quien no quisieron apurar en el proceso de recuperación. Pero en la grama sí estaba Neymar, una real amenaza para la zaga del Athletic.
Así, en el minuto 17, Rakitic se hizo del esférico en posición ventajosa y desde la derecha le envió un centro envenenado a Munir, quien fulminó con maestría a Iago Herrerín, el guardameta vasco.
El dominio culé se acentuó cuando en el 24´ Neymar aprovechó un error en la salida de los «leones» y puso el 2-0 en la pizarra. Con este marcador se fueron al descanso.
En el tiempo complementario, el Athletic llegó con más coraje que fútbol, pero veía sus situaciones diluidas por el buen trabajo de la retaguardia que comandan Piqué y Mascherano, en tanto el arquero alemán Ter Stegen resolvía con facilidad cada ocasión bilbaína. Pero en el minuto 88, el delantero Aduriz recogió un balón «regalado» por Dani Alves encima del punto penal y lo mandó con frialdad al fondo de las redes.
Los últimos minutos fueron de sufrimiento para el Barça, que no vio caer nuevamente su marco gracias a las espectaculares manoplas que sacó el cancerbero teutón, quien esta vez sí convenció a los parciales del equipo catalán.
Al final, el Barça encarriló la eliminatoria de cara a la vuelta que se dirimirá la próxima semana en el Camp Nou. Y el Athletic logró a base de garra devolverle la esperanza a sus seguidores. La definición augura ser emocionante.
Empate sin goles en Vigo
Entretanto, en el otro desafío disputado en la jornada, el Atlético de Madrid y el local Celta de Vigo empataron sin goles en el campo de Balaídos. Nuevamente, la garantía defensiva del conjunto del Cholo Simeone le valió salvar un partido dominado por los de casa.
Resulta preocupante la sequía goleadora de los «colchoneros», que sufrieron para conseguir la paridad y van al Vicente Calderón con la obligación de ganar o mantener su puerta en cero.
Los celestes, por su parte, mostraron el juego armónico y ofensivo que los ha caracterizado durante la temporada, y mantienen vivas sus aspiraciones de colarse en semifinales.
Si el desafío no tuvo definición fue gracias a Gabi, quien el 82 le quitó un gol al cuadro gallego sobre la línea. Además, en los últimos minutos, el árbitro no vio una mano de Thomas en el área que bien pudieron derivar en penalti.
El Celta mereció más, y el Atleti mostró nuevamente esa imagen magra que nada gusta a los aficionados del fútbol ofensivo. Pero aún así, son líderes de liga, y además, aspiran con fuerza al trono de la Copa.