El camagüeyano Lázaro Hernández hizo alarde de excelente técnica. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 06:09 pm
El trámite fue bien complicado, pero sus volteos y tackles, de connotación letal, le tributaron a la selección cubana de lucha libre el primer lugar por países en el Campeonato Panamericano Juvenil, que finalizó este viernes en el Coliseo de la Ciudad Deportiva capitalina.
A saber, los cubanitos firmaron medalla en las ocho divisiones disputadas —dos de oro, una de plata y cinco de bronce—, para así acuñar 69 puntos y aventajar al favorito cuadro de Estados Unidos (60), que acaparó tres cetros y dos preseas de plata, pero «se fue en blanco» en las divisiones de 60, 66 y 96 kilogramos.
Por los anfitriones, las palmas para el joven camagüeyano Lázaro Hernández, quien ganó todos sus combates sin que algún rival le pudiese marcar un punto técnico. En la final, le cayó como una tromba al estadounidense Chris Weiler y no se detuvo hasta aplicarle una proyección de gran magnitud que lo sacó fuera del colchón y un trío de pases atrás, para decretar su éxito por superioridad técnica (S/T) en el primer período.
«La estrategia contra él (Weiler) era agarrarle fuerte los brazos para buscar el tackle a las dos piernas, basado en mi velocidad. Además, defender bien todos sus intentos de ataque», comentó Hernández a JR tras finalizar la pelea.
Mientras, en una división disputada por el sistema de todos contra todos dada la presencia de cinco gladiadores, Juan Carlos Mazón, subcampeón nacional de mayores, ganó sus cuatro pleitos por S/T.
Entretanto, Yadisney Portales (50) fue el único medallista de plata por Cuba. El talentoso gladiador perdió el primer período por 1-2 contra el estadounidense Gavin Teasdale. Y al iniciarse el conclusivo, ejecutó dos pases atrás y se fue delante 5-2. Pero de ahí en adelante, solo marcó el norteño: un punto por amonestación y a falta de diez segundos para el final, un pase atrás que igualó el combate 5-5. Como fue el último en marcar para logar la igualdad, entonces Gavin, que había sido medallista de bronce en el estilo grecorromano, se llevó ahora el metal dorado.
Las restantes coronas fueron al aval de Cade Olivas (55 kilogramos, EE.UU.), Sixto Auccapina (60, PER), Esteban Sánchez (66, COL), Nicholas Reenan (74, EE.UU.) y Nisam Pret Singh (96, CAN).