La italiana Elisa Di Francisca, junto a su entrenador Andrea Cipressa. Autor: Julieta García Ríos Publicado: 21/09/2017 | 06:05 pm
No hubo rival para la italiana Elisa Di Francisca, quien este sábado se llevó el título del Grand Prix de La Habana, tras vencer 15 toques a cinco a la rusa Inna Deriglazova.
Pese a haber concluido antes del tiempo reglamentario, el combate final transcurrió lento. A la rusa se le vio agotada y en varias ocasiones pidió tiempo para ser examinada por el médico (debido a una rozadura en la mano) o por dificultad técnica en el arma o inconformidad con una acción. Su actitud en el combate final contrastó con la de la italiana.
En las pistas del recinto Ferial Pabexpo, Di Francisca, doble campeona olímpica de Londres 2012 (individual y por equipo) y número tres del ranking mundial, mostró su superioridad técnico-táctica y gran control emocional. Con la serenidad de las estelares, no permitió que ninguna de sus contrincantes le marcara más de diez toques.
«No esperaba ganar, dijo a la prensa cubana, pues estoy recuperándome de una lesión en el tobillo izquierdo».
Al respecto el entrenador de la selección italiana, Andrea Cipressa, comentó: «Otra atleta se hubiera escudado en su lesión. Pero ella se concentró en su fortaleza técnica. Hizo muy buena competencia de principio a fin. Centrada en sus duelos, combatió tranquila».
Como una floretista que trabaja bien la distancia, con ataques continuados y buena riposta, equlibrio en su postura y «linda mano», describió el experimentado coach a su alumna.
La francesa Ysaora Thibus, medallista de bronce en el Grand Prix de Las Habana, atenta a las indicaciones de su entrenador.
Tampoco el entrenador cubano Eduardo Jons se pudo sustraer de opinar sobre la maestría de Di Francisca y expresó a JR: «Ella no desperdicia nada en el combate. Es muy analítica. Estudia a su contraria en el primer tiempo y por esa razón a veces termina con desventaja en el marcador, pero en el segundo asalto, sin precipitarse, trabaja en sus acciones y es dueña de la pista».
La italiana Valentina Vezzali, ganadora de nueve medallas olímpicas, no pudo acceder al podio. La francesa Ysaora Thibus la venció 15 toques a 10 en la tabla de ocho competidoras.
El combate entre la estadounidense Nzingha y la rusa Deriglaziva fue de los más emocionantes.
La francesa Jeromine Mpah-Njanga prefiere leer entre combate y combate.
Las medallas de bronce de la justa fueron para la la coreana Hee Sook Jeon y la francesa Ysaora Thibus. La italiana Valentina Vezzali, un ícono de la esgrima mundial, ocupó el quinto puesto del certamen. A ella le siguieron las estadounidenses Lee Kiefer y Nzingha Prescod, y las rusas Aida Shanaeba y Larisa Korobeynikova.
La coreana Hee Sook Jeon, medallista de bronce en el Grand Prix, estudia a sus adversarias.
Al centro, David Durán — entrenador del equipo cubano de florete femenino— enriquece la narración deportiva de la televisión cubana.