Los bateadores granmenses atraviesan un gran momento. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 06:03 pm
La posibilidad estaba en el aire, pero después del resultado sabatino, algo se había disipado. Sin embargo, entre domingo y lunes los Alazanes granmenses dieron rienda suelta a todo su poder ofensivo, y sin misericordia castigaron al staff de pitcheo del equipo matancero, ahora obligado a compartir la cima de la tabla de posiciones.
La más reciente masacre —que sirvió para apuntalar a Lázaro Blanco como el más ganador del torneo— duró siete entradas. Nuevamente falló Ramón Licor en plan abridor, pues a partir del segundo episodio comenzó a soportar el vendaval de los visitantes. Cuatro sencillos consecutivos le señalaron el camino hacia las duchas.
Igualmente castigado fue el relevista Yohan Hernández, quien en poco más de dos entradas vio como ocho nuevas carreas limpias estropeaban sus números de la temporada. Las dos últimas, a la altura del cuarto episodio, fueron firmadas por Alfredo Despaigne y Urmani Guerra, con sendos vuelacercas que no encontraron compañeros en circulación.
En total, la artillería dirigida por Carlos Martí conectó 17 imparables, y además de los cuadrangulares mencionados, sumaron par de dobletes conectados por Marcos Fonseca y Yordanis Alarcón. Con todos esos números elevaron su promedio colectivo hasta .289 —el segundo mejor del torneo—, y en cuanto a la producción de extrabases andan bastante alejados de sus rivales.
Por ejemplo, los 72 jonrones que han conectado hasta el momento están bien lejos de los 48 salidos de los bates empuñados por los Tigres avileños, sus más cercanos perseguidores en ese departamento y con quienes precisamente cruzarán armas a partir del próximo miércoles. De ahí que es el equipo granmense el que ha podido superar hasta ahora la cifra de 400 carreras anotadas (421), cuando solo sus víctimas de turno rebasan la barrera de 350 (386).
De momento, la tanda conformada por Guillermo Avilés, Despaigne, Yordanis Samón y Guerra, está sembrando el pánico en esta temporada, y sostiene la candidatura granmense para avanzan a los play off.
Por su parte, todo parece indicar que los Cocodrilos no están pasando por un buen momento, pues han perdido dos de las tres subseries —frente a Ciego de Ávila y ahora Granma— que han asumido desde que se reiniciaron las acciones de esta segunda fase.
Los vigentes campeones pinareños, mientras, lograron burlar la escoba pinera que pendía sobre sus cabezas, al imponerse en el último de los tres duelos que acaban de celebrar en el ultramarino parque Cristóbal Labra.
Los maderos de Vueltabajo, después de dos juegos silenciados al punto de haber podido fabricar apenas una carrera, se desentumieron para conectar 13 imparables y subir carreras al pizarrón en seis de las nueve entradas jugadas.
Respondieron en el segundo capítulo para borrar la temprana ventaja de los locales y no pararon hasta llegar a la docena de anotaciones cuando el refuerzo villaclareño Yordalis Linares llevó la pelota más allá de los límites con dos compañeros en bases.
De tal forma, el diezmado grupo dirigido por Alfonso Urquiola se mantiene bien cerca de la zona de clasificación, de modo que continúa el cerrado pulso con pineros y avileños por lo que sería el cuarto boleto a la postemporada.