América Santos Rivera, viceministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), exhortó este jueves a promover los resultados de las investigaciones expuestas en el Curso de Solidaridad Olímpica dedicado a la triada de la mujer deportista, término conque se describen los desordenes de la alimentación y menstruales, así como la osteoporosis a que son vulnerables en atletas de alto rendimiento.
Lo anterior tuvo lugar este jueves en la clausura del mencionado curso. El mismo está convocado por el Instituto de Medicina del Deporte con el auspicio del Comité Olímpico Internacional.
La subtitular del CITMA felicitó a los presentes por organizar un evento con enfoque de género femenino y confesó haber disfrutado las dos conferencias en las que estuvo presente.
Ellas fueron expuestas por los master en ciencias Pablo Castillo Díaz y Rolando Borges Mojaiber. La primera relacionada con el climaterio las atletas y la segunda sobre las afectaciones que en el rendimiento deportivo por deshidratación.
Aún cuando no soy médico, dijo, las he disfrutado porque he podido entender cuánto hay detrás de cada uno de los trastornos presentados vistos desde su fundamentación científica, sin la cual no podrían darle solución.
Precisamente, durante estos tres días en que transcurrió duró el curso de capacitación no solo se escucharon las conferencias de los más prestigiosos especialistas del Instituto, sino que también pudo constatarse cómo desde provincias nutricionistas, enfermeras, sicólogos, deportólogos investigan las causas que aquejan a sus niñas y proponen soluciones para evitar que en un futuro ellas sufran la «triada». La cual es diagnosticada principalmente en atletas o bailarinas sometidas a rigurosas dietas, excesivas cargas de entrenamientos, «estrés» sicológico que pueden desencadenar trastornos metabólicos, desordenes en el ciclo menstrual, amenorreas y hasta la aparición precoz de osteoporosis. Así fue descrito en 1992 por el Colegio Americano de Medicina Deportiva.
Los debates del curso apuntaron que si bien es necesario un estricto control médico que evite la «triada» también se requiere el apoyo de la familia para promover y respetar hábitos alimentarios sanos; del entrenador, con una dosificación adecuada de las cargas físicas de tener en cuenta la hidratación antes, durante y después del entrenamiento y no recurrir nunca a métodos violentos para la ganancia o perdida de peso.
Jorge Pavel Pino Rivero, director del Instituto de Medicina del Deporte, comentó que en la última semana de febrero se realizará el tercer Curso de Solidaridad Olímpica dedicado este a la Rehabilitación en el deporte de alto rendimiento.
En el mes de octubre realizaron el primero de estos, el cual trató sobre la Educación Antidopaje en el Deporte.
Según Pino Rivero, el sistema médico deportivo cubano está integrado por 1765 trabajadores entre los que se encuentran médicos deportólogos, sicólogos, fisioterapeutas, fisiatras, estomatólogos, enfermeras, técnicas de laboratorio, especialista de medicina tradicional, entre otros.
Ellos prestan servicios a más de 20 000 atletas entre los que se encuentran el alto rendimiento y los alumnos de las escuelas de iniciación deportiva.
El Instituto de Medicina del Deporte, 16 centros provinciales y el Laboratorio Antidoping representan el sistema médico deportivo de nuestro país.