El cubano Ernesto Vila, campeón olímpico juvenil. Autor: Julieta García Ríos Publicado: 21/09/2017 | 05:51 pm
Los protagonistas de estas imágenes son gimnastas. Aunque unos viven en Cuba y otros en Puerto Rico tienen gustos e historias similares. Gran parte de su vida la han pasado saltando hacia las alturas, entre colchonetas, «magnesio», barras paralelas…
A los cinco años de edad comenzaron la práctica de este deporte que exige cuerpos flexibles y alta concentración y valor. Justo cuando en la escuela aprendían los primeros sonidos, trazos, números, descubrían también la necesidad de hacer el split, el «puente», pararse de manos y dar saltos «mortales»… Al igual que la enseñanza escolar, el deporte se fue complejizando y sus conocimientos fueron más sólidos y las habilidades se volvieron hábitos.
A los cuatro los conocí en la Copa Moncada que se realizó entre el 20 y el 25 de junio pasado en La Escuela Nacional de Gimnasia. En el «piso», en el caballo de salto o con arzones, las anillas… Tommy, Luis, Ernesto y Luis Alberto demostraron valor, destreza y pasión por la gimnasia. Un sentimiento tan fuerte que traspasa sus poros y que han grabado en su piel.
El primero de los cuatro es el boricua Tommy Ramos. En su brazo están grabados los aros olímpicos y la cita de London 2012 con la propia tipografía que se dieran a conocer esos Juegos en los que él fue sexto lugar en anillas. Por tal motivo Tommy será recodado para siempre en la Isla del Encanto como el primer boricua que pasara a la final de aparatos en Juegos Olímpicos.
En aquella ocasión su calificación sumó 15.600 puntos, su más alta en eventos mundialistas.
A los 28 años de edad es Tommy uno de los más experimentados atletas de su país. Sobre el significado de la frase que en inglés exhibe a un costado de su abdomen comentó a JR: « Ella resume la visión que tengo de la gimnasia, de lo que esta representa para mí. En el año 2012 asistí a las Olimpiadas. Ese era un sueño de toda la vida. Sentí que llegué al límite y sobrepasé mis habilidades físicas. Por eso quedé satisfecho con mis resultados. Mejor no pude hacerlo».
El próximo atleta es boricua también. Su nombre es Luis Rivera. Los aros olímpicos de su tobillo le recuerdan su participación en los Juegos de Beijing 2008, donde ocupó el lugar 14 en la competencia all around.
De Cuba es Ernesto Vila, quizá el más conocido de los atletas de la preselección nacional. Por esa medalla de oro alcanzada en los I Juegos Olímpicos Juveniles realizados en el año 2010 en Singapur. Por eso en su pronunciado bíceps exhibe el logo de los Juegos en los que se hizo campeón.
El último de este cuarteto es el cubano Luis Alberto Oquendo. Tiene 19 años y aún no ha tenido la oportunidad de probarse en «grandes ligas». Hasta ahora solo se limita a estampar su adoración por la gimnasia, pero de seguro en el futuro su cuerpo mostrará un año y un lugar, me atrevo a pensar que quizá rotule la imagen de los Juegos Centroamericanos de Veracruz 2014.