Mantenerse ganando todas las partidas era una tarea en extremo difícil hasta para el mismísimo Capablanca, pues en el mundillo de Caissa es bien sabido que cualquiera, por muy endeble que parezca, se te puede atravesar y sacarte un susto. La cuestión cobra más sentido cuando tienes enfrente a un trebejista con Elo superior a los 2600, y entonces, aun con un nuevo monstruo de Frankenstein armado con partes de Lasker, Fischer y Tal, el armisticio puede cobrar protagonismo.
Resulta que Leinier Domínguez (2753) entabló este martes después de dos victorias consecutivas en el asiento de copiloto del equipo San Petersburgo, durante el Campeonato Europeo de Clubes de Ajedrez, con sede en Rodas, Grecia. El güinero abrió en el segundo cojín, pues el ruso Peter Svidler (2740) tomó el control de la nave y no defraudó en su primera salida después de un breve descanso, ya que se impuso sin contratiempos ante el local Ioannis Papaioannou (2633).
Mientras, nuestro muchacho llevó piezas negras frente al también anfitrión Hristos Banikas (2630) y acordó la paz después de 41 lances de una apertura inglesa.
En definitiva, los «camaradas» del vigente equipo campeón de Rusia triunfaron con marcador de 5-1 ante el plantel Peristeri, gracias también a las «sonrisas» de Nikita Vitiugov (2729), Maxim Matlakov (2682) e Ildar Khairullin (2651), así como al empate de Sergei Movsesian (2696), dueños de los tableros tres, cinco, seis y cuatro, respectivamente.
Ahora el invicto San Petersburgo ocupa el tercer escaño según el sistema de desempate, por detrás de los potentísimos Malachite (2729 de coeficiente promedio) y Socar (2753 entre sus ocho defensores).