Eduardo Jons. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:34 pm
El año del centenario de la Federación Internacional de Esgrima (FIE) será recordado por los cubanos con especial deferencia, pues cuatro espadachines de la Mayor de las Antillas fueron incluidos en el Salón de la Fama.
Dentro de seis meses la añeja institución estará de cumpleaños, pero desde ya se conocen los agraciados. Evidentemente descuella entre todos el legendario Ramón Fonst, el ilustre zurdo habanero que conquistó cuatro medallas de oro y una de plata en Juegos Olímpicos. Junto a él se hospedarán en el lujoso cenáculo Rafaela González, Eduardo Jons y Rolando Tucker.
Hablar y escribir de Fonst nunca cansa la vista ni congestiona los oídos, pues es dueño de uno de los currículos más impresionantes, no solo en el arte de los touchés, sino de la historia bajo los cinco aros.
Inició su andar inolvidable en París, Francia, allá por 1900, donde conquistó el metal dorado espada en mano. En la ciudad del amor concluyó además segundo en el concurso para maestros de la misma arma.
«Cuando gané el campeonato olímpico, en el año 1900, contaba solo 17 años, y lo hice a pesar de la franca y potente hostilidad de los jueces, que no solo veían en mí a un extranjero, a un latinoamericano, a un intruso, sino a un muchacho que debía únicamente estar estudiando en liceo y no derrotando a ídolos consagrados», declaró el campeón a la prensa de entonces.
En la siguiente magna justa multideportiva, acaecida en San Luis, Estados Unidos, añadió tres coronas en florete individual y por equipos, al tiempo que repitió su reinado en la espada.
Por su parte, González fue presidenta de la Federación Cubana (1980-2010), miembro del Comité Ejecutivo de la FIE (1996-2008) y titular de la Confederación Centroamericana y del Caribe (1984-2002).
En tanto, el ex floretista Jons, entrenador del equipo nacional de florete masculino y femenino (1983-2012), «sangró» en tres citas estivales una medalla plateada y dos bronceadas, y repletó su diario con destacada actuación en campeonatos mundiales universitarios (3-4-4), universiadas (6-2-3) y juegos panamericanos (10-5-3). En el rol de entrenador contribuyó a la obtención de un segundo lugar y dos terceros en justas olímpicas.
Mientras,Tucker, también sobresaliente en incursiones con el florete, lideró el ranking mundial desde 1995 hasta 1997, siendo el primer floretista sin nacionalidad europea que logró semejante hazaña.