La noticia resuena entre múltiples escándalos por dopaje, sanciones sin confirmar y esperados despojos que aún no ven la luz, pero sí aguardan la orden para mudar de cuello algunas medallas olímpicas. Resulta que la discóbola cubana Yarelis Barrios pudiera aparecer próximamente como la ganadora del metal bronceado en la cita bajo los cinco aros, celebrada hace tres meses en Londres y en donde no pudo acceder al podio.
Recuerden que en aquella ocasión nuestra fornida pinareña culminó en la cuarta posición con un registro de 66,38 metros. Entonces, la batalla se planteó desde el inicio entre las favoritas —ella incluida—, y se inclinó a favor de la croata Sandra Perkovic, a quien el «tirazo» de 69,11 metros le bastó para asir la corona.
Pero bueno, el actual conflicto no es con ella, sino con la rusa Darya Pishchalnikova, dueña aquella noche de la plata tras un envío de 67,56 metros. La muchachita de 27 abriles se ensució las manos, y las venas, al dar positivo por esteroides anabólicos en un control antidoping.
Así, repite al parecer su intento de trampa, pues antes de los Juegos de Beijing 2008 también protagonizó, junto a otros deportistas del gigante europeo, una manipulación de pruebas, hecho por el cual recibió dos años y nueve meses de suspensión.
El actual test positivo fue efectuado poco tiempo después de la cita estival londinense y ahora Pishchalnikova corre serio riesgo de ser suspendida eternamente. «El primer análisis dio negativo, pero en el siguiente aparecieron trazos de la sustancia prohibida», afirmó Nikita Kamayev, director ejecutivo de la Agencia Rusa Antidopaje (Rusada).
Por su parte, el presidente de la Federación de Atletismo de ese país, Valentin Balakhnichyov, pidió dos semanas de espera a la prensa; mas ya el rumor corre de boca en boca en estos tiempos de secretos imposibles.
De confirmarse el dopaje —como al parecer sucederá— la china Li Yanfeng, tercera en Inglaterra, pudiera mejorar el color de su medalla, y si eso sucede, Barrios amasaría el bronce. ¿Qué opinan ustedes?
Este es el segundo escándalo de dopaje que esta semana mancha al atletismo ruso, tras confirmarse hace tres días la sanción de dos años a la fondista Inga Abitova, monarca del Viejo Continente en los 10 000 metros, por comprobarse parámetros anómalos en su pasaporte sanguíneo.