Los hombres altos de Capitalinos, que lucieron ante Matanzas, ahora apenas se notan frente a Ciego de Ávila. Foto: Roberto Suárez
Sin miramientos, Ciego de Ávila apaleó por segundo día consecutivo a Capitalinos, esta vez 101-86, y se situó a un paso de convertirse en tricampeón del baloncesto cubano.En un coliseo de la Ciudad Deportiva casi desierto —al parecer la paliza del primer día (100-68) espantó a los aficionados—, los «búfalos» impusieron su autoridad sobre el tabloncillo, e hirieron de muerte a un adversario «descabezado», que no tiene un líder a quien acudir en los momentos cumbres.
Así, el play off se traslada para la tierra de la piña oliendo a «pollona» y creo que ni el mismísimo doctor House puede salvar ya a los discípulos de Miguelito Calderón. Ansiedad, baja autoestima, ideas incoherentes, fatiga muscular... son demasiados padecimientos para curar en tan poco tiempo.
Sin embargo, la esperanza es lo último que se pierde en la vida y todavía hay que jugar el martes en la sala Cardín. ¿Ocurrirá un milagro?