La policía de Yakutsk, Rusia, no identificó al sujeto que puso en práctica dos oficios, DJ en un club nocturno de la localidad al que decidió llevar «sus» equipos, valorados en 10 000 dólares, gracias a su otra habilidad, se robó micrófonos, monitores y mezclador digital del teatro musical, cuyo director puso el grito en el cielo, y sin amplificadores…