Debe ser bien difícil hallarse quieto en medio de una nube de entre 30 000 y 50 000 abejas. Pues así se tuvo que quedar el policía norteamericano, Brandon Jenkins, quien acudió a inspeccionar un camión detenido al borde de la ruta que transportaba 60 colmenas. Según contó luego, al abrir el vehículo los insectos escaparon y lo rodearon. Tuvo que venir un grupo de expertos para ayudar a retirar a las abejitas. ¡Y cómo duele una picadita!