A no dudarlo: las presentaciones en La Habana, entre el 14 y 18 de julio, del Royal Ballet, se convertirán en el acontecimiento cultural más significativo no solo del verano, sino quizá del año, en nuestro país.
Por vez primera, la emblemática compañía inglesa actuará en Cuba y lo hará inicialmente en el Gran Teatro de La Habana (del 14 al 16), donde pondrá a consideración de los balletómanos, además de afamados pas de deux (Romeo y Julieta, El corsario, Cisne Negro, Don Quijote...), reconocidas obras de su repertorio como Chroma, de Wayne McGregor; Voices of Spring, Thaïs y Un mes en el campo, de Frederick Ashton; y El adiós, de Kenneth MacMillan.
Será justamente en la sala García Lorca del coliseo habanero donde, el día 15, la agrupación danzaria más importante de Gran Bretaña, dirigida por Mónica Mason, rendirá homenaje a la prima ballerina assoluta Alicia Alonso; esperado momento en que se unirán los primeros bailarines del patio con los invitados.
Las dos últimas actuaciones del Royal tendrán lugar en el Complejo Cultural Karl Marx, donde subirá a escena Manon, la aclamada creación de MacMillan, que ofrecerá la posibilidad de apreciar la impresionante danza de la española Tamara Rojo y del cubano Carlos Acosta (día 17), así como de la rumana Alina Cojocaru y del danés Johan Kobborg (18).
El público vivirá la oportunidad única de disfrutar del arte de una compañía «muy» internacional (96 bailarines), «pues en ella están representadas 19 naciones, aunque no por ello se pierde el estilo que distingue al Royal», afirmó este miércoles su director administrativo Kevin O’Hare, quien anunció que bailarán aquí todas las principales figuras que integran el selecto elenco.
La impresionante nómina está conformada por las estrellas Alexandra Ansanelli, Zenaida Yanowsky, Federico Bonelli, Roberta Márquez, Iván Putrov, Lauren Cuthbertson, Mara Galeazzi, Roberto Bolle, Thiago Soares, Sara Lamb, Leanne Benjamín, Edward Watson y Miyako Yoshida, por solo mencionar algunas.
Kevin O’Hare aseguró que tanto los bailarines como los maîtres, profesores y el equipo técnico, están entusiasmados con la posibilidad de actuar en la Isla, «un sueño hecho realidad», gracias a diferentes instituciones cubanas y británicas, y al primer bailarín mundial Carlos Acosta, quien está deseoso de presentarse en Cuba con su familia extendida del Royal.