Bajo una pertinaz lluvia que amenazaba con impedir las celebraciones por la apertura del verano, salieron ayer Don Quijote de La Mancha, adarga en mano, Sancho Panza y otros personajes literarios, por la céntrica capitalina Calle 23 desde 14 hasta Malecón en la capital.
Eran las cuatro de la tarde y justo a esa hora parecía que el cielo se iba a caer. Pero la alegría de niños, niñas, jóvenes y adultos, quienes bajo paraguas y sombrillas esperaban por el Pasacalles, o se amontonaban a la entrada del cine 23 y 12 para ver los dibujos animados de Juan Padrón, hizo que el sol regresara de su retiro y acompañara el inicio de La noche de los Libros.
Así comenzó este encuentro pueblo a pueblo en el que cientos de personas compartieron con poetas, novelistas, cuentistas, trovadores, deportistas, y, tomando al libro como pretexto, tejieron un lazo de amor que promete extenderse por todo lo largo y ancho del país.
Una amplia variedad de títulos para niños, niñas y jóvenes, y de temas como el cine, el teatro, literatura policial, poesía, cocina, arte en general y medicina fueron puestos a disposición del público en diferentes puntos y locales ubicados por toda la céntrica arteria, donde también se vendieron discos y pulóveres. Al tiempo que eso sucedía, una valiosa oferta cinematográfica basada en obras de escritores latinoamericanos ocupaba el circuito de cines de la Calle 23, repleta de personas que disfrutaban de esta noche de libros.
Mientras algunos asistieron al conversatorio homenaje a Nicolás Guillén, a las lecturas de poemas o al guateque campesino, otros optaron por reunirse con glorias del béisbol cubano, entre ellos varios miembros del equipo Industriales, o con el escritor Daniel Chavarría, de quien se vendieron varios libros.
La celebración incluyó igualmente un festival del cuento, encuentros con dramaturgos e historietistas, un homenaje a Juan Padrón y Jorge Oliver; y como colofón, dos conciertos de trova y poesía: uno en el parque El Quijote, con creadores villaclareños, y otro en la cascada de Malecón y 23, donde estuvieron El Diablo Ilustrado y sus invitados y fueron puestos a la venta los dos títulos de este personaje literario.
LECTURAS DE VERANOGran aceptación tuvieron los tabloides dirigidos a promover la lectura en la familia. Concebida por el Instituto Cubano del Libro (ICL) y la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), con el propósito de fomentar el hábito de lectura, esta fiesta literaria forma parte de la campaña Lecturas de verano. Y es, en opinión de Julio Martínez Ramírez, primer secretario de la organización juvenil, una expresión de la propuesta recreativa que tenemos que brindarle a la juventud y a todo nuestro pueblo.
Iniciativas como estas, destacó el máximo dirigente de la UJC, deben extenderse a todas las provincias de la Isla. «Tenemos ese compromiso y que se repita en Ciudad de La Habana. Esto puede ser un gran adelanto, con un concepto distinto de promover el uso del tiempo libre.
«Durante este período estival vamos a promover también el baile y el deporte. Creo que es muy útil que se sepa que habrá un incremento de las opciones recreativas.
«La juventud estará activa en el trabajo, el estudio y en la superación, porque sin lugar a duda, opciones como La noche de los Libros hacen que los seres humanos crezcan espiritualmente. Aunque el verano no será únicamente recreativo. Más de un millón 300 mil pioneros, estudiantes y trabajadores, estarán movilizados en diversas tareas», subrayó.
NUEVA FORMAOtra vez Daniel Chavarría volvió a convocar a decenas de admiradores. Foto: Albert Perera Castro Como una forma distinta de iniciar el verano calificó María Carla Jiménez, estudiante capitalina de 18 años, la idea de celebrar La noche de los Libros. «Es una opción para comprar libros y recrearse».
Me parece genial, comentó Yanni Pozo, un joven de 24 años. «Creo que debe suceder más seguido y perdurar, porque uno tiene que esperar a la Feria Internacional del Libro para encontrarse con la lectura e intercambiar con personas que gustan de la literatura en general. Lo que más me interesan son los libros viejos», destacó.
A la calidad de los libros se refirió Aurora Vázquez: «los he visto muy buenos y a precios módicos. Compré varios para leerle a mi niña: de Herminio Almendros, Juan Padrón, entre otros».
Para Orlando Sánchez, especialista del Centro provincial del libro y la literatura, esta es una experiencia positiva en la batalla por multiplicar las ideas. «Durante varios años he vendido libros en el complejo Morro Cabaña, el Pabellón Cuba y en la comunidad, y lo repito ahora con esta gran actividad» aseguró.
Lo cierto es que con lo acontecido este viernes se corrobora la existencia de un gran público lector en la Isla, y en ello vale la costumbre cubana de sacar los libros a la calle, como afirmó el poeta Waldo Leyva, director del Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado.
Por su parte Iroel Sánchez, presidente del ICL, resaltó la acogida que le dio la población a esta opción veraniega, lo que confirma la capacidad de convocatoria que poseen la literatura y la poesía.
«La recepción que ha tenido esta fiesta habla de una acumulación cultural y de sensibilidades. Que las personas se lancen a la calle para conmemorar 105 años de la vida de un poeta, que la música con las obras de ese poeta sea tarareada, es muestra de lo que hemos sembrado en estos años de Revolución.
«La noche de los Libros es una muestra de la diversidad de nuestra industria cultural y de las editoriales, sobre todo. Cuba no es segunda de nadie en su producción y tiene lo más importante: las ideas que esos libros contienen y transmiten», concluyó el presidente del ICL.