El tren tiene una capacidad de 350 pasajeros en cuatro coches alemanes. Autor: Tomada de Facebook Publicado: 11/05/2024 | 09:40 pm
SANTIAGO DE CUBA.— El futuro ingeniero eléctrico Ariel Alejandro López respira aliviado, pues por fin pudo despejar con éxito la ecuación: ya no más avatares para conseguir pasajes en la guagua de Guantánamo cada fin de semana y luego agenciárselas para llegar hasta El Salvador, su municipio de residencia.
Viajar hasta la Universidad de Oriente (UO), donde cursa el primer año de la especialidad de Ingeniería Eléctrica, será en lo adelante más fácil, cómodo y sobre todo económico, admite, mientras se ubica por primera vez en uno de los coches del ya conocido como tren universitario Guantánamo-Santiago.
«Como el tren tiene parada en mi municipio, aquí voy directo», refiere, contento con el nuevo servicio, una iniciativa que desde el 29 de abril da respuesta a un añejo reclamo de la comunidad universitaria: disponer de una opción de transporte regular, y sobre todo asequible económicamente, para el traslado hacia sus casas de los estudiantes de la más oriental de las provincias, los que se forman en la UO y los de otros centros santiagueros de la Educación Superior y la Enseñanza Media.
La UEB Ferrocarriles de Guantánamo, perteneciente a la Unión de Ferrocarriles de Cuba; las direcciones de Educación y Educación Superior, y los Gobiernos de Santiago y Guantánamo, juntaron esfuerzos para poner en marcha la idea, concebida como una alternativa segura ante la difícil situación del transporte y los elevados precios de las opciones no estatales.
Con una gran acogida, los estudiantes guantanameros agradecen el nuevo servicio del tren universitario.
Voluntad y esfuerzo en una respuesta
Así, empujado por las buenas vibras del compromiso y la voluntad de demostrar que es posible encontrar alternativas, a pesar de lo difícil de los tiempos, corre dos veces a la semana el nuevo tren universitario.
Se trata de un servicio diseñado para los estudiantes que apoya igualmente las necesidades de transportación del resto de la población; una respuesta nacida del esfuerzo y la inventiva de la Unión de Ferrocarriles de Cuba en la búsqueda de soluciones para incrementar la disponibilidad técnica de este medio y atender las necesidades del sector estudiantil, explicó en su cuenta en X el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila.
Una locomotora de mediano porte, cuatro coches alemanes reparados en los talleres ferroviarios de San Luis (pueden ser cinco, en dependencia de la fuerza de la locomotora) con 80 capacidades cada uno y una tripulación que cuida con esmero cada detalle, dan vida al servicio del nuevo tren, que circula lunes y viernes, con salida desde Guantánamo a las 4:00 a.m. y arribo a Santiago pasadas las 8.30 a.m; y retorno desde la estación ferroviaria Senén Casas Regueiro a la 1:00 p.m. con llegada a Guantánamo sobre las 5.00 p.m.
«El lunes trae los estudiantes y se va con población, y el viernes, viceversa», explicó Enrique Tamayo Rodríguez, especialista comercial de Ferrocarriles Santiago, quien precisó que, previa presentación del carné de cada centro, los estudiantes pueden incluso reservar desde Guantánamo su ida y regreso cada semana.
La ruta tiene un precio de origen a destino de cien pesos, aplica la tarifa por tramos y para los estudiantes el costo es del 50 por ciento de ese valor, o sea 50 pesos. Cada viaje, según itinerario, tiene una duración aproximada de unas cuatro horas y cuenta con 11 paradas reglamentarias, que incluyen lugares como Dos Caminos, el Combinado de San Luis, Sabanilla, Los Reynaldo y El Salvador.
Renacer de la media distancia
Entre la satisfacción y el agradecimiento de los clientes avanza sobre rieles el nuevo tren universitario. Según el estudiante de 5to. año de Medicina Ariel Rogelio Arancelé, quien rota en estos momentos por el hospital Juan Bruno Zayas, al librarlo de los 200 o 400 pesos que gastaba en pasaje, la nueva opción le ayuda a estirar el dinero que trae de casa para sobrevivir la semana.
Orestes Ramírez, trabajador de Ferroazúcar que hoy apoya el quehacer de la Unión de Ferrocarriles, insiste en que el servicio se necesitaba, y pondera su seriedad. Mientras, Tamayo Rodríguez detalla que la puesta en funcionamiento del nuevo tren guantanamero trae también a la estación santiaguera alentadores aires en pos del resurgimiento de los trenes de corta y media distancia, cuya circulación se limitaba los últimos tiempos al coche motor 4052, con destino a Contramaestre, los lunes y jueves, y que pudiera extenderse próximamente hacia otras rutas que antes existían, como Manzanillo.
En sus cuatro primeras salidas, la seriedad, puntualidad y gran acogida de público caracterizó los recorridos del nuevo servicio. Por eso los entrevistados coinciden en la necesidad de corregir detalles sueltos en esta arrancada.
La guantanamera Norma Fabré, dirigente de los CDR en la zona 179 de la ciudad del Guaso, se interesa por los muchos estudiantes beneficiados que tiene en su barrio, por eso insiste en que los viernes se busquen alternativas con los centros universitarios para que puedan acceder al tren sin llegar corriendo a última hora, desesperados a comprar el boleto.
Igualmente, insta a la administración de la estación santiaguera a acoger en su organización del proceso la experiencia guantanamera, donde los pasajes a los estudiantes se venden la tarde noche anterior al día de salida, lo cual permite conocer las capacidades que quedan disponibles para la población y evita aglomeraciones e indisciplinas de muchos viajeros ante el temor de no poder abordar el tren.
Ariel Rogelio advierte sobre lo incómodo que resulta trasladarse desde cualquier punto de la Ciudad Heroica hasta la estación ferroviaria y exhorta a valorar, con igual disposición a la que puso en marcha este servicio, la posibilidad de algún apoyo desde la transportación local que facilite el acceso al tren los viernes.
Directivos de la Unión de Ferrocarriles de Cuba, y el propio Ministro del Transporte, hablan del gran reto que implica garantizar la estabilidad del nuevo servicio, pero aseguran que ello es posible, y hablan incluso de incrementar las capacidades en el futuro, también para apoyar necesidades del resto de la población.
A la altura del reto de los Ferrocarriles, no pocos entrevistados coinciden en que, igualmente, toca a los viajeros, estudiantes y usuarios en general, actuar con disciplina y cuidar lo que con esmero infinito se ha puesto a disposición del nuevo servicio, porque solo así seguirá, sobre rieles y con buena vibra, el tren universitario.