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Recuperar Viñales desde su autenticidad

Tras el paso del huracán Ian, el municipio de Viñales ha recibido el apoyo constante de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba

Autores:

Dorelys Canivell Canal
Dainarys Campos Montesino

VIÑALES, Pinar del Río.— Concebido como un paisaje cultural en el que se aprecian el poblado y el valle de conjunto, este sitio posee una alta fragilidad, pues todo aquello que modifique su imagen incidirá notablemente en los valores que lo hacen ser reconocido como patrimonio mundial.

Sin embargo, la acción humana desmedida durante años propició que en este lugar se incurriera en ilegalidades que atentaban contra sus valores, cuando la conservación de ese patrimonio constituye su mayor oportunidad.

Tampoco los eventos hidrometeorológicos de 2008, Gustav e Ike, perdonaron al valle, y las viviendas de construcción más tradicional que sufrieron fuertes estragos fueron restaurándose poco a poco, con tejas criollas y guano, en correspondencia con las regulaciones del lugar.

Por eso, ahora, recuperar Viñales tras el paso del huracán  Ian con apego a las exigencias de su denominación patrimonial, es para Pinar del Río un deber, y también un compromiso con quienes desde otras latitudes admiran la majestuosidad de su paisaje natural, en constante armonía con su poblado.

En diálogo con Juventud Rebelde, Nidia Cabrera Huerta, directora de la Oficina del Conservador del Valle de Viñales, recuerda que en el 2008 la mayoría de las intervenciones fueron a nivel de cubierta, sobre todo con la ubicación de planchas de asbesto cemento o de zinc acanalado, en algunos casos rojo y en otros del color que apareciera», explica.

Detalla que desde ese año hasta el presente, en los planes de manejo se trató de recuperar en las casas de tabaco las cubiertas de guano, y en las viviendas sustituir esas planchas por tejas o guano.

«Ninguna de las dos cosas fue totalmente lograda, porque la teja es un material casi desaparecido. Lamentablemente, muchos ladrillos fueron sustituidos por bloques y la teja por lo que se llamó “modernidad”; una falsa modernidad. Lo cierto es que el zinc y el asbesto enfrentan muy mal los eventos hidrometeorológicos de fuertes vientos, mientras que al guano, como dicen los campesinos, lo despeina, pero no se lo lleva».

La prueba más reciente está en que con los embates de Ian, las mayores afectaciones acá fueron en techos de esas modernas tipologías.

Aporte a la red

Cabrera Huerta argumenta que desde 2017, y por decisión del historiador Eusebio Leal Spengler, su equipo fue invitado a formar parte de la Red de Oficinas del Historiador y el Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba, y en febrero de 2022, por resolución del Consejo de Ministros, se creó la Oficina del Conservador del Valle de Viñales.

«Inmediatamente después del paso del ciclón empezamos a recibir visitas de grupos de especialistas y directivos de varias oficinas del país, entre ellas, Perla Rosales, directora de la Oficina del Historiador de La Habana».

Como fruto de esas visitas surgió la idea de enviar al municipio pequeñas brigadas de las ocho escuelas-taller con que cuenta la Red para preparar jóvenes en oficios de restauración. Estos se encargarían de trabajar dentro de la zona priorizada para la conservación en el Valle.

Se empezó a trabajar por la vivienda de un anciano que permanecía en un centro de evacuación, a quien se otorgó un módulo de madera para reparar su inmueble.

«También se laboró en el techo de la casa de un padre que vive solo con un niño Síndrome de Down. En este caso se ubicó una cubierta del zinc recibido por donación. No es lo que quisiéramos, pero en ese momento no había otra cosa», precisó la Directora de la Oficina.

Cabrera Huerta Resalta que sucesivamente han arribado al territorio varias brigadas. La primera fue la de Trinidad, y después las otras, como la de La Habana. Entre los beneficiados por la labor de estos hábiles aprendices se encuentra una madre de seis hijos, a quien se le entregará una vivienda toda de ladrillo, hecha con el estilo de bóveda porticada, que no lleva acero: usaron ladrillo macizo con poca cantidad de cemento y una cubierta en forma de bóveda en la que se emplea cal y yeso. La ejecución y los materiales están a cargo de la escuela-taller capitalina.

Se colaboró también en la reparación de una escuela multigrados en la zona de El Cuajaní, que perdió su techo. Esos recursos fueron entregados por la Oficina del Historiador de La Habana y trabajaron de conjunto la brigada de la escuela-taller de Matanzas y una conformada por la dirección de Educación en el territorio, con apoyo de trabajadores de la Oficina del Valle de Viñales.

«A partir de una visita de un Viceministro de la Construcción, acompañado del Subdirector Técnico de la Vivienda, se dispuso entregar en la zona de máxima prioridad diez viviendas con tipología de madera, núcleo rígido y cubierta de guano, con la condición de que fueran hechas por las escuelas-taller», precisa. Además, aclaró la especialista, debe ser la Oficina del Conservador de Cienfuegos la que inicie estas obras.

Pronto se prevé el regreso de la brigada de Trinidad, y en enero deben arribar a este municipio integrantes de la Oficina del Historiador de Camagüey y del Conservador de Santiago de Cuba. Para recibirlos y beneficiarse de sus servicios, ya se identificaron aquellos campesinos que están dispuestos a aceptar esa tipología.

Cada una de esas oficinas han entregado además donativos para niños, sobre todo, aseo y ropa, que fueron distribuidos por los trabajadores sociales del municipio. La intención de la Red es seguir apoyando a Viñales en lo que sea necesario, aseveró Cabrera Huerta.

Esencial valor patrimonial

Preservar los valores patrimoniales de Viñales constituye un reto desde hace mucho tiempo. Ahora, con la creación de la Oficina del Conservador, se garantiza un ente encargado de gestionar coherentemente el sitio.

Sin embargo, no es suficiente con las buenas intenciones: la especialista confirma carencia de fuerza técnica apropiada. Por ejemplo, se han perdido las buenas prácticas de cómo ejecutar las cubiertas de teja criolla. «En estos momentos, encontrar un buen tejador es difícil, y además la teja no tiene la calidad requerida. Eso lleva sus técnicas y normas para ponerse».

Explica que durante años fue un reclamo la necesidad de incorporar el guano dentro de los programas de la vivienda, no solo por ser uno de los atributos sobre los que se sustenta el valor excepcional universal del Valle, sino por su respuesta efectiva ante los fuertes vientos.

«Planteamos la problemática a la dirección de la Red y obtuvimos una favorable respuesta de la empresa de Flora y Fauna en el área protegida de San Ubaldo-Sabanalamar. Ese guano será adquirido a través de la Empresa de Tabaco del municipio, para, en un primer momento, ejecutar la construcción de nueve casas de tabaco en la zona de mayor impacto visual».

Cabrera Huerta acota que en el mundo hay un retorno a la arquitectura vernácula, muy noble con el medio porque sigue un ciclo lógico; como el guano, que sale de la tierra y a ella regresa.

«Sabemos que la situación actual es compleja, que hay muchos daños y vamos a aportar solo un granito de arena, pero para nosotros es sumamente importante recuperar el fondo construido con la tipología que se necesita para mantener el valor excepcional de Viñales como patrimonio mundial», concluyó.

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