En la finca La Luisa se cosecha papa ecológica con esfuerzo familiar. (Foto: Roberto Díaz Martorell) Autor: Roberto Díaz Martorell Publicado: 08/04/2022 | 10:35 am
NUEVA GERONA, Isla de la Juventud. Alejandro Escalona Trincado y Alejandro García Trincado son primos. El primero estudia Economía en la universidad local y el segundo Ingeniería Industrial en la Cujae, pero a ambos los une el amor a la familia y al campo.
Alejandro Escalona, padre del primero, es uno de los siete sufructuarios seleccionados para el cultivo de la papa ecológica en Isla de la Juventud y desde el 5 de abril ya cosecha en la finca La Luisa.
«El Sol castiga muy fuerte, pero es reconfortante ver el resultado del esfuerzo. Ahora clasificamos la papa por tamaño y calidad antes de llevarla al mercado», comenta Alejandro, el segundo.
Los muchachos tuvieron la iniciativa de construir un «filtro» artesanal de zinc con la apertura al final en forma de regla de unos 20 centímetros para que la que no cumpla con el tamaño adecuado no se mezcle con las de mayor calibre.
Poco a poco los sacos van cobrando volumen: las de semilla, las de la venta y las del consumo, todo con extrema precaución y a mano para evitar que una mala corrompa las otras y el esfuerzo.
En estos muchachos el cansancio no trunca la sonrisa de satisfacción por el éxito de la siembra. Alejandro, el primero, expresa que la siembra fue un proceso bonito. «Vemos la planta, pero no sabemos lo que trae en sus raíces, y cuando la sacas y ves el resultado es maravilloso», dijo, y acotó que la próxima experiencia será con semillas propias.
Por su parte, Alejandro Escalona Tamayo reconoció que fue una experiencia muy bonita, enriquecedora y de unidad familiar, al tiempo que elogió el apoyo, capacitación y acompañamiento del Programa de Innovación Agrícola Local (Pial).
«Además de la dedicación con el cultivo, los rendimientos que tenemos hoy son gracias al acompañamiento del Pial, porque de manera constante evaluaban el proceso, la tuberculización, la humedad...en fin, aplicaron la ciencia directamente en el surco», dijo.
En tanto, Roelis Castillo Mestre, representante de Pial en Isla de la Juventud y del Centro de Estudio de Desarrollo Local de la Universidad Jesús Montané Oropesa, mostró mucho entusiasmo por los rendimientos superiores a las 14 toneladas por hectárea obtenidos hasta la fecha y solo en tres de los siete productores elegidos en el experimento, que se realizó en cuatro hectáreas.
«Gracias al empeño, seriedad y capacitación recibida, hoy se ha comercializado esa papa ecológica en seis Consejos Populares (Costa Sur, Abel Santamaría, Patria, La Fe, La Tumbita y la Demajagua) y donados unas 104 libras al hogar materno y la misma cantidad al hogar de niños sin amparo familiar. Todavía se cosecha en el campo y hay perspectivas de insertarnos en el programa nacional.
«La intención es que en cada Cooperativa de Créditos y Servicios enclavadas en los Consejos Populares tenga al menos dos productores que la siembren y así se autoabastecería la comunidad.
«La experiencia hasta el momento es positiva, por eso pretendemos incrementar a 20 los productores para la próxima campaña e incrementar las áreas de siembra a 10 hectáreas, siempre con la intención de producir y abastecer de papa a la propia comunidad. Para eso ya los involucrados garantizan su semilla en aras de iniciar a tiempo y con mayor calidad la próxima experiencia», subrayó.
Ambos jóvenes participan de manera activa en la clasificación de la papa. Foto: Roberto Díaz Martorell.