Baracoa recobra sus bríos habituales. Autor: Leonel Escalona Publicado: 21/09/2017 | 07:03 pm
Baracoa tiene la maldición hermosa de vivir frente al mar o eso dice nuestra invitada de hoy, Claudia Rafaela Ortiz, una casi graduada periodista que nos contará cómo transcurre esa vuelta a la normalidad tan añorada. Claudia es una baracoesa tan auténtica y apasionada por su ciudad que a veces la confunde con un París tropical, pero mejor por ser tan suyo.
¿Quién mejor para narrarnos esta etapa? ¿Para contarnos con su voz melodiosa los cambios, los silencios y los regresos de su lugarcito preferido?
Baracoa, una ciudad pequeña y llena de personas con conflictos y prejuicios pero también muchísima belleza y bondad. La ciudad durmió durante estos meses en medio de los murmullos del mar. Dentro del hogar la vida transcurría y se acumulaban los días sin demasiados cambios. La hora de atender al Doctor Durán, aplaudir, estudiar, trabajar en la tesis. Ella, la primada de Cuba, recién cumplió su 509 aniversario, con avatares climáticos de por medio, el recuerdo cercano de una pandemia y el amor de sus hijos e hijas.
Experimentar una pandemia, sentir el miedo tan cerca ¿implica una enseñanza? ¿Cambió algo la forma de ser y vivir? La resiliencia, además de ser una palabra bella, nos permite sacar de cada circunstancia un aprendizaje. Pudiéramos pensar que después de un evento tan diferente y ajeno, saldríamos más humanos, más unidos. ¿Será así? ¿Qué sucede cuando alguien como Claudia, cual pajarillo enclaustrado, es puesta en libertad?