NUEVA GERONA, Isla de la Juventud.— El pueblo pinero, ahora ocupado en las tareas de enfrentamiento a la COVID-19, también se prepara para encarar la cercana temporada ciclónica 2020.
Ante la imposibilidad de realizar el habitual ejercicio Meteoro debido a las medidas de aislamiento, el Consejo de Defensa Municipal (CDM) indicó que, desde ahora, y sin descuidar la prevención de la epidemia, se evalúen riesgos y minimicen vulnerabilidades ante desastres naturales, tanto en el sector estatal como residencial, en aras de evitar daños a la economía y pérdidas de vidas humanas.
En ese sentido, Jorge Luis Rosabal González, funcionario de la Defensa Civil, recordó la importancia de una eficaz comunicación, con énfasis en la guía familiar para situaciones de desastres, «sobre todo porque la mayoría de las personas están hoy en sus viviendas y pueden realizar las acciones previstas para su protección», comentó.
Por su parte, Adiel Morera Macías, Intendente municipal y jefe del Grupo Económico Social del CDM, subrayó la necesidad de capacitar al personal seleccionado en cada Consejo de Defensa de Zona para atender diversos trámites habituales de la población, en aras de agilizarlos y acercar esos servicios a la comunidad para reducir el movimiento de personas, no solo en la actual situación epidemiológica, sino también en caso de un evento meteorológico.
Edgardo Soler Torres, especialista en Meteorología en este territorio, actualizó los datos sobre el estado del clima, pasó revista a la historia de los huracanes que han impactado esta isla e informó sobre la capacidad de agua almacenada en los embalses y los efectos de la sequía.
El especialista alertó sobre fenómenos climáticos e hídricos que afectarán «a partir del aumento de la temperatura del aire, principalmente de la mínima, combinado con la ocurrencia de períodos de déficit del recurso hídrico y la manera como se distribuye el agua».
Soler Torres recordó que el pasado 10 de abril se rompió el récord de temperatura máxima absoluta para ese mes, con 36,1 grados Celsius, y el récord de temperatura mínima más alta (27, 5 grados Celsius), y precisó que el aumento de noches cálidas favorece la formación de eventos hidrometeorológicos en el área.
La temporada 2020 se prevé activa con unos 15 eventos en toda el área del Atlántico Norte, y la probabilidad de que se forme al menos un huracán en el Caribe es del 80 por ciento. Además, el peligro de que Cuba sea afectada por al menos un huracán es también alta, del 60 por ciento, recalcó.
«Aunque los estudios del departamento revelan que no existe correspondencia entre la formación de ciclones tropicales y sus afectaciones en este territorio, tenemos que incrementar la comunicación a la población, ya que la Isla de la Juventud está ubicada en una ruta preferida por ciclones tropicales, y aunque hace 12 años no recibe el impacto de estos fenómenos, debe mantenerse alerta para asumir cualquier evento meteorológico severo», acotó.