Palacio de Convenciones de La Habana. Autor: Radio Habana Cuba Publicado: 21/09/2017 | 06:37 pm
La versión moderna del Palacio de Convenciones de La Habana es ahora un proyecto en fase de evaluación, pero en el futuro será una realidad, porque «el Palacio no se va a quedar atrás», aseguró en entrevista exclusiva con este diario, Abraham Maciques Maciques, fundador, gestor inicial y presidente del Grupo Empresarial Palco, al cual pertenece esta emblemática instalación.
Al explicar detalles del nuevo Programa Integral Inversionista dijo que incluye proyectos de remodelación, con cambios tecnológicos y constructivos, para actualizar y modernizar más las salas, según las posibilidades económicas y lo que se apruebe finalmente en el Plan.
Además, están previstas otras obras para mejorar las instalaciones del Grupo Palco, integrado por diez empresas. Confirmó Maciques que este año se terminará la inversión en Pabexpo, luego de más de 30 años de explotación, y se continuará en el Residencial Club Habana en la parte inmobiliaria, en la cual «se va a crecer, pues se trata de una empresa con grandes ingresos, de mucho beneficio para el Grupo y para el país».
Recordó que el 3 de septiembre de 1979 se fijó como fecha de inauguración del Palacio de Convenciones, porque ese día «fue la actividad más importante, la apertura de la 6ta. Conferencia Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, pero el 28 de agosto fue cuando realmente comenzaron las primeras jornadas de trabajo del Grupo Técnico y luego las Rondas de los Cancilleres».
Abraham Maciques Maciques.
Para celebrar aquella trascendente Cumbre se edificó esta obra devenida centro principal del desarrollo de la industria de eventos en el país y sede de miles de convenciones, congresos, simposios, conferencias, reuniones nacionales e internacionales, ferias, exposiciones y, en especial, encuentros memorables de la historia cubana.
Durante el diálogo, Maciques explicó cómo se integró al proyecto desde sus comienzos para la etapa constructiva, cumpliendo las orientaciones del Presidente cubano a quien respondió en aquel momento: «despreocúpese Comandante me voy a poner en función de la tarea, vamos a trabajar todos y le digo a usted que se terminará para la fecha prevista. Y así fue, se culminó la obra, se realizó la Cumbre, fue un éxito y no falló nada».
Por eso ahora ante un nuevo aniversario y cuando se incita al recuento, expresa con una interrogante: «¿qué no se habrá hecho aquí en 40 años?» y se dispone a develar recuerdos.
—¿Cree que este sitio puede considerarse indispensable para el país?
—Claro que sí, yo le puedo decir que al cierre del mes de mayo de este año por aquí habían pasado 3 363 000 delegados, de ellos 1 013 249 cubanos. Si no tuviéramos el Palacio, ¿dónde haríamos los eventos? Aquí han tenido lugar hechos muy importantes del país, a partir de 1979.
«Quizá al principio, en los tres primeros años, necesitó financiamiento del Estado, pero yo estaba seguro de que este Palacio no sería un “elefante blanco” y podría autofinanciarse. Y así fue, en un período muy corto comenzó a tener ingresos importantes y a desarrollar los congresos y las ferias, teniendo en cuenta el desarrollo del país y el prestigio de la Revolución Cubana.
«La primera Feria Internacional de La Habana se hizo aquí, ocupó unos 400 o 500 metros cuadrados, con la asistencia de tres países: Japón, Panamá y Cuba. Fue pequeña pero comenzamos, y luego seguimos con la celebración de los primeros congresos, actividades que han permitido, incluso, burlar el bloqueo económico y financiero impuesto por el Gobierno estadounidense a Cuba y lo siguen haciendo, mientras crece la participación de especialistas y empresarios extranjeros».
—¿Cuáles han sido los principales logros?
—El hecho de haberse convertido desde 1980 en la sede de las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba es un gran logro, como también acoger al Parlamento Latinoamericano, y ser escenario de reuniones tan importantes como la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y de los Congresos del Partido Comunista de Cuba.
«En Palacio se realizaron reuniones inolvidables del líder de la Revolución Cubana con personalidades extranjeras que venían a diferentes congresos y con especialistas cubanos de distintas ramas, como los médicos que iban a misiones internacionalistas. Viene ahora a mi mente, por ejemplo, el encuentro de Fidel con estudiantes de un barco japonés y las extensas jornadas en tiempos de la Operación Milagro.
«Recuerdo, incluso, que durante un evento de la juventud se convocó aquí la primera marcha de protesta ante la Embajada estadounidense (entonces Oficina de Intereses), cuando se exigía el regreso del niño Elián González; también, las jornadas de trabajo para la Batalla de Ideas; Fidel delegaba siempre en nosotros porque tenía plena confianza en el colectivo de trabajadores».
—¿Mantendrá Palacio su posición como líder de los eventos en Cuba?
—Sí, mantendrá su posición como líder, pues tenemos el personal especializado y a los organizadores de eventos. Existe alto índice de permanencia; por ejemplo, hasta este momento aún trabajan aquí 48 fundadores, muchos compañeros tienen 30 años y hasta 36 años de trabajo; y con más de 20 años son cerca del 80 por ciento: hay mucho sentido de pertenencia.
«Siempre destacamos la actitud que debe tener nuestro personal, porque es nuestro compromiso con el Comandante en Jefe y con Celia Sánchez, por la confianza y el cariño que tenían hacia este colectivo, y no podemos traicionarla porque siempre nos daban las tareas más importantes y nunca les fallamos.
«Aquí permanecen muchos de aquellos primeros técnicos medio en Comunicaciones que fueron seleccionados en un politécnico de La Habana y que luego se hicieron ingenieros. Ellos son los mismos que al inicio montaron todos los cables, por eso saben dónde va cada cosa y también dan mantenimiento a los equipos.
«Muchos equipos instalados desde la apertura pudieron ser usados hasta el año pasado. Ahora, a principios de 2019, fueron sustituidos los de audio por otros más modernos que ya están en funcionamiento, ha sido un salto importante.
«Igual fue el procedimiento para comenzar la prestación de servicios. Antes de terminar el Palacio empezamos a captar personas en la escuela de Gastronomía Sergio Pérez, para formar gastronómicos encargados del restaurante, la cafetería y los snack bar.
«Además, fuimos a conocer centros de convenciones en otros países, incluso a las Naciones Unidas. De esas experiencias surgieron aspectos de la estructura del Palacio, como el funcionamiento de la secretaría técnica, sobre cómo pedir la palabra durante un evento; también, en cuanto a la traducción simultánea bilateral, oral y escrita, y en torno al proceso de transcripción y edición de todas las intervenciones y documentos».
—¿Qué perspectivas futuras puede tener este centro, en estos tiempos de desarrollo de las tecnologías, cuando aumentan las videoconferencias y otras formas de comunicación en tiempo real?
—Las videoconferencias y otras facilidades de la tecnología no compiten con los Congresos, porque estos tienen como lo más importante el intercambio personal entre especialistas de distintos países y hasta de la misma nación. Además, es una forma de conocer el país sede.
«Otro aspecto que llama la atención y el interés por participar es la posibilidad de ver y escuchar expertos de renombre internacional. En el caso de la Medicina, por ejemplo, oír la explicación de cómo se hace una novedosa operación quirúrgica.
«Los congresos son muy utilizados en el mundo, no se va a limitar esa actividad, por lo contrario se desarrollará cada vez más. En América Latina en estos momentos se están construyendo palacios de congresos, porque es una actividad que genera muchos beneficios económicos y también en el ámbito científico de cada país.
«La tendencia se orienta hacia mayor desarrollo de esta modalidad, en la cual se hacen inversiones millonarias en muchos países, sobre todo en tecnologías modernas de altos costos. No hay posibilidades de que disminuya, sino que se fortalezca la actividad de congresos, por eso debemos seguir explotándola y desarrollándola».