Yanelis Rodríguez Paneque, primera secretaria de la UJC en Holguín. Autor: Liudmila Peña Herrera Publicado: 02/04/2019 | 09:45 pm
HOLGUÍN.— Encima de su mesa de trabajo, entre informes, documentos y varios listados con tareas cumplidas y otras por resolver antes de mañana 4 de abril —día del aniversario 57 de la UJC—, pueden verse diversos objetos que permiten apreciar las características de la mujer que encabeza el Comité Provincial de la UJC en Holguín: fotografías del Che y de Fidel, una banderita cubana de las que usamos en nuestros desfiles, diversas ediciones de los diarios Juventud Rebelde y Granma, una piedra ornamental cobriza y los textos Cien horas con Fidel y Vilma Espín Guillois: El fuego de la libertad.
Este conjunto muestra mucho acerca de Yanelis Rodríguez Paneque, lo que haría innecesaria cualquier otra presentación, aunque es posible añadir que tiene 34 años, conjuga sus responsabilidades «laborales» con las de ser madre de dos hijos varones (uno pequeño y otro adolescente), a las cinco de la mañana recorre cada día poco más de 40 kilómetros desde Báguanos Viejo hasta la Ciudad de los Parques, y retorna «a la hora que se pueda, cuando termine», que nunca es horario fijo ni predecible, porque, como ella misma asegura, «cuando acepté esta responsabilidad estaba consciente de que debía consagrarme a la tarea».
—¿Cómo logras conjugarlo todo: ser hija, madre, esposa y dirigente juvenil?
—Lo primero es el entendimiento de todos en la casa. Mi familia comprende mi responsabilidad, me ayuda y colabora para que todo me salga bien. Eso implica que alternemos responsabilidades. Por ejemplo, en muchas ocasiones mi esposo tiene que estar donde yo no puedo. A veces sorprenden situaciones y deben estar él, mi mamá o mi hermana con un niño en el hospital o en la casa.
—Tarea compleja, si se tiene en cuenta que la UJC en el territorio ha debido resolver dificultades en el trabajo con los jóvenes. ¿Cuál ha sido tu método para revertir las dificultades?
—En el Comité Provincial trabajamos siempre en equipo y las tareas son de todos, no recaen sobre una sola persona. Cuando prima la unidad, cuando todo el mundo está por el mismo objetivo, el trabajo es más fácil. Todavía tenemos problemas que resolver, sobre todo en el fortalecimiento de la vida interna de la organización; además, debemos realizar muchas más acciones hacia afuera, para que se vea la juventud activa que tenemos, y lograr que, desde todos los sectores, se involucren más en todas las tareas.
—Dirigir es, primero, ser ejemplo. Desde tu experiencia, ¿qué les dirías a todos esos muchachos que forman parte de la UJC en los centros laborales y, a veces, no están dispuestos a asumir cargos de dirección?
—Lo primero es que tenemos que ser agradecidos, porque la Revolución nos lo ha puesto todo en las manos, principalmente a los jóvenes que nacimos muchos años después del 1ro. de enero de 1959. Tenemos que saber recompensar el sacrificio de quienes nos antecedieron y estar donde el país nos precisa. Mi gran sueño es ejercer mi profesión y un día poder trabajar como económica, porque la matemática me encanta; pero hoy doy todo de mí, porque quiero ser útil donde estoy.
«Debemos comprender que decir “somos continuidad” no es consigna. Implica comprender que lo somos y empezar a asumir todas las tareas que nos asignen el Partido y la Revolución. No se trata solo de ser cuadros de la UJC. Hay otras tareas que se les dan a los jóvenes, y tenemos que estar preparados para asumirlas».
—¿Cuáles son las fortalezas fundamentales con las que cuenta hoy la organización en la provincia?
—Contamos con varios movimientos juveniles, todos fortalecidos y muy organizados, con resultados en el trabajo, tanto las Brigadas Técnicas Juveniles, como la Brigada de Instructores de Arte José Martí, el Movimiento Juvenil Martiano y la Asociación Hermanos Saíz, que siempre están a la vanguardia de los procesos que se convocan.
«Tenemos a las organizaciones estudiantiles, las cuales participan en cada uno de nuestros espacios. Contamos también con una militancia muy comprometida y con un equipo de dirigentes preparados, activos, que responden ante cada tarea a la que se les convoca».
—¿Cuáles son las capacidades de los jóvenes holguineros —tanto militantes como del universo juvenil— que los distinguen?
—Holguín es una de las provincias más grandes en extensión, y también si se mide por la cantidad de jóvenes que tenemos hoy en el territorio. Son más de 55 000, participan de forma entusiasta y nos acompañan en todas las actividades. Si hay que movilizarlos para acciones productivas, de higienización, de la campaña contra el Aedes aegypti, ahí están ellos respondiendo positivamente, al lado de nuestra organización.
—¿Cuáles son las prioridades de trabajo que tiene hoy el Comité Provincial de la UJC?
—Como prioridad está la atención al universo juvenil a través del intercambio con ellos, pero no en un salón o de las maneras más tradicionales y a veces esquemáticas, sino buscando vías en las que todos nos miremos de igual a igual, en los diferentes escenarios, tanto productivos como recreativos. Debemos ir a ver al joven a su centro de trabajo, conversar con él, conocer qué le preocupa y reconocerlo allí, en medio de sus compañeros de labor. Esas son conexiones necesarias y es una prioridad de trabajo.
—¿Cómo debe ser la vida interna de un comité de base?
—Lo primero que debe primar es la unidad entre todos sus militantes y que estén conscientes del papel que deben desempeñar en su centro de estudio o de trabajo. No puede faltar exigencia, pero tampoco sensibilidad. No se puede olvidar que el comité de base es la semilla de donde aflorarán los futuros militantes del Partido.
—¿Cuál ha sido la máxima motivación de los jóvenes holguineros en el contexto del aniversario 57 de la UJC?
—Estamos sumamente agradecidos de que nos hayan elegido para celebrar aquí el acto central por este aniversario, cuando en el país las demás provincias también han desarrollado un trabajo importante. Nos hemos propuesto numerosas acciones en este contexto, porque es el mejor homenaje que podemos rendirle a nuestro Comandante en Jefe. De hecho, lo celebraremos en el propio lugar donde él nació, y todo lo que hacemos siempre es pensando en su legado.
«Este miércoles realizaremos una gran acampada nacional en Birán. Allí desarrollaremos encuentros deportivos; el historiador Hirán Pérez Concepción presentará el libro Cuba libre. La utopía secuestrada, de Ernesto Limia; los movimientos juveniles protagonizarán un espectáculo cultural y habrá reconocimientos, intercambios de experiencias, exposiciones de las tradiciones de cada uno de nuestros 14 municipios y no puede faltar el habitual lechón asado. Será la gran fiesta que merecen nuestros jóvenes».