El deterioro de las condiciones meteorológicas asociadas al huracán María, pasadas las cuatro de la tarde de este jueves en el municipio de Baracoa, aceleró la concreción de las medidas previstas para la protección de la población, sus bienes y los recursos de la economía.
Tony Matos Romero, primer secretario del Partido en ese municipio del oriente cubano, dijo a JR que se producían lluvias a intervalos pero muy fuertes, un intenso oleaje y ligeras penetraciones del mar en la zona del malecón, donde se encuentran dispuestos diferentes medios de transporte para el traslado de la población de esa franja hacia lugares seguros.
Informó que igualmente en Yumurí, en los consejos populares de todo el litoral, en el Turey y Mabujabo, se ubicaron equipos para asegurar la evacuación de los habitantes de esas zonas proclives a ser afectadas por el oleaje y por inundaciones provocadas por la crecida de los ríos.
Precisó que en las zonas de defensa, aún sin activarse se puntualizan las medidas previstas en cuanto a asistencia médica a la población.
Desaparecida la jutía Rata Cubana
La jutía rata (Capromys auritas) que habita en nuestro país solo en Cayo Fragoso, al norte de la ciudad de Caibarién, Villa Clara, desapareció tras el azote del huracán Irma, reveló Ernesto Hernández Pérez, especialista principal del refugio de fauna Lanzanillo Pajonal Fragoso.
Destacó que antes de Irma había confirmados 88 refugios de esa especie, pero tras una inspección en el terreno solo aparecieron dos deshabitados. De la referida, que se encontraba en peligro crítico de extinción a causa de su localización en un ecosistema frágil, se contaba con una pequeña población en su hábitat en la duna y el manglar.
Hernández Pérez enfatizó que sí apreciaron en el cayo una gran cantidad de aves, entre estas, pelícanos, corúas, garzas, así como excrementos y rastros de la jutía conga e iguanas, por lo que «estamos esperanzados en que quizás haya podido sobrevivir la otra especie», afirmó.
La jutía rata, bautizada así por los pescadores de Caibarién debido a su pequeño tamaño, posee una larga cola casi de la dimensión de su cuerpo, pelaje abundante y áspero, cabeza alargada, en la que se destacan sus orejas terminadas en punta.
Resulta un poco más grande que la jutía enana, pues puede alcanzar 280 milímetros y un peso entre dos y media y tres libras.
El especialista subrayó que ahora desarrollarán un monitoreo sistemático en la zona para verificar si sobrevivieron algunos ejemplares, aunque la inspección inicial realizada dejó un mal augurio al no comprobar ningún indicio de su presencia.
En Fragoso también fueron muy afectados los corales, los pastos marinos y las esponjas, situación que puede ser parecida en los otros cayos de esa zona norte.