Esta podría ser la noticia: satisfactorio parto de trillizos en el hospital materno sur Mariana Grajales de la ciudad de Santiago de Cuba. Pero en realidad, aunque no es habitual un contecimiento de este tipo, lo notorio está en que vinieron al mundo con el peso adecuado, aun cuando fue un alumbramiento múltiple y pretérmino, informó el diario Sierra Maestra.
Jhonatan, Jason y Jhoan, nacidos en la madrugada del pasado martes 6 de agosto, alcanzaron 2 mil 500 gramos los dos primeros —valor a partir del cual la Organización Mundial de la Salud considera el peso óptimo de un recién nacido— y 2 mil 550 el tercero.
Sin dudas, estos pequeñines, que no precisaron de cuidados neonatológicos especiales, son tres joyas de alto quilate que atesora con amor la palmera Yaritza Leblanch Martínez, quien habla con infinito agradecimiento de la atención recibida.
«Desde la captación de mi embarazo en el consultorio —dice la feliz madre de 27 años, enfermera del hospital Ambrosio Grillo—, pasando por los hogares maternos de Palma Soriano y de Santiago de Cuba y terminando en el hospital, los cuidados y el trato recibidos han sido exquisitos, tanto por el personal médico y paramédico, como por el de servicios».
Todo ello, unido a una disciplina consciente en el autocuidado de su salud, con adecuados hábitos de vida, hizo posible que Yaritza protagonizara la «rareza» de traer al mundo a vástagos con pesos óptimos, a pesar de ser tres en un mismo vientre y abrir los ojos a las 35 semanas de gestación, cuatro antes de las comúnmente requeridas.
«Es sin duda un logro del Programa Materno Infantil en la provincia», asegura la doctora Irma Mercedes Tumbarell Villalón, directora del hospital. «En nuestra institución, que en el último lustro registra cinco partos de trillizos y uno de cuatrillizos, no existen precedentes de un nacimiento múltiple con todos los neonatos normopeso».
Según tendencias estadísticas el alumbramiento de trillizos acontece uno cada 7 mil 396 partos.