Las 24 000 unidades diarias que se producen de LOMATÉ son distribuidos de manera estable por todo el país. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 05:16 pm
Eliminar hormigas, cucarachas, mosquitos y otros tipos de insectos… Limpiar carburadores o destruir el óxido… Dotar de aromas agradables nuestras habitaciones… pueden considerarse acciones comunes y fáciles de realizar, pero solo en apariencia, pues hasta hace casi un año atrás era necesario contar con moneda libremente convertible para hacerlo.
Así lo precisó, de manera sintética, la capitalina Marielena Linares, del municipio de Cerro, a quien le resulta muy cómodo el hecho de que los productos necesarios para ello hoy se oferten en moneda nacional también.
«Un insecticida o un aromatizante solo podía encontrarse en las tiendas en divisas, y lamentablemente no todo el mundo tiene tres o cuatro CUC para destinarlos a eso cada vez que lo necesite. Está bien que existan las dos opciones, en las tiendas y en los mercados industriales, para que la gente pueda escoger dónde comprar de acuerdo con su poder adquisitivo», añadió.
A solo unos pasos de la entrevistada se encontraba Jorge Espinosa, vecino de La Lisa, quien confesó que a pesar de que había visto productos como LOMATÉ y ARQUIM en los mercados industriales no se había «arriesgado» a comprarlos en pesos cubanos, alegando que si antes los vendían en divisas y ahora están ahí, la calidad seguro ya no era la misma.
Coincidió con él Rosario María Cárdenas, residente en Plaza de la Revolución, quien consideró que la mayoría de los productos que se venden en moneda nacional tienen baja calidad, aunque sí se ha fijado en estos sprays que se destacan por su imagen en los estantes.
«Esos pomos de limpiadores, insecticidas y aromatizantes lucen llamativos a la vista y eso los diferencia de los detergentes, los jabones y todo lo demás que se vende en esos establecimientos. Es cierto que podemos comprar cosas en las tiendas de divisas que no tengan buena calidad, pero es que aquí ni los vendedores saben qué sugerir, porque generalmente no confiamos en que lo que se venda en nuestra moneda sea bueno», señaló Rosario.
Sin embargo, Asley Quesada, dependiente en el Mercado Agropecuario Estatal Plaza del Cerro, aseguró que muchas personas se dirigen a él en busca de esos productos y que el mayor problema que enfrentan es el agotamiento de algunos y la demora en el suministro.
«Desde que salieron a la venta, la mayoría de la gente compra el insecticida, que es muy bueno, el repelente para los mosquitos y el antipiojos; por eso son de los que más rápido se acaban y entonces quedan los mismos —dijo, señalando al estante—, los limpiadores de carros y los ambientadores, que son los más caros y tienen un uso menos necesario, mientras que para los otros hay que esperar», ejemplificó.
Estos beneficios necesarios y que se constatan en nuestra vida cotidiana se deben a la producción de la Unidad Empresarial Básica Aerosoles PROVARIS, fundada en 2007, que reporta a la sociedad productos cada vez más diversificados, y que ahora se ofertan en los mercados artesanales e industriales, de manera más asequible y con la misma calidad con la que se vendían en las tiendas recaudadoras de divisas.
Eficiencia y beneficio ambiental
Los productos presurizados como el insecticida LOMATÉ, las tres modalidades de ambientadores aromáticos ARQUIM, el quitaóxido CLINOX y el limpiador de carburadores CLINTEC, así como los repelentes y antipiojos, de uso tópico, local o externo, son la razón de ser de PROVARIS que, con la Oficina Técnica del Ozono, el Centro de Investigación y Desarrollo Técnico, el Proyecto de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) y TRASVAL, impulsó este proyecto que, además, le garantiza un ahorro considerable de importaciones al país en materia de productos similares.
Según Enrique Rodríguez Díaz, subdirector de la unidad empresarial, estos productos se expendían antes en las tiendas recaudadoras de divisas, y debido a su calidad y eficiencia, desplazaron incluso a productos homólogos como el Baigón, de origen español, y el Elf, francés, entre otros.
«Desde finales de 2010 y principios de 2011, nuestra producción se desplazó al mercado nacional y para ello solo variamos la presentación a 240 mililitros en el caso de los productos presurizados, teniendo en cuenta que se venderían a un precio mucho menor.
«Las 24 000 unidades diarias que se producen de LOMATÉ, nuestro producto líder, empleado contra los arácnidos, el comején, la santanilla y las cucarachas, entre otros, y las de los otros productos con menor demanda, que oscilan entre las 8 000 y 10 000 unidades, ofrecen los estándares de calidad iniciales, y a medida que la población pueda dar fe de ello, ya no será necesario importar productos similares de otras naciones», explicó.
Rodríguez Díaz insistió en que la elaboración de estos productos presurizados se realiza sin daños al medio ambiente, a partir de la utilización del gas licuado del petróleo (GLP) y como resultado de las buenas intenciones de nuestro país por sustituir los gases contaminantes.
«Los gases refrigerantes que se emplean, por lo general, en la elaboración de los sprays, son muy dañinos. Por eso empleamos el GLP y además el carbón de coco activado para purificarlo, también de producción nacional. Dependemos de algunos proveedores como Brasil para la obtención de los envases, las válvulas y las tapas con efector, pero todo es de corte ecológico. Tal es el caso de las válvulas mecánicas de los productos de uso tópico, como el repelente para mosquitos y el antipiojos, las mismas que se emplearán en la elaboración de un garrapaticida que estará a la venta próximamente», detalló.
Estas acciones pro ambientales, enfatiza Rodríguez Díaz, demuestran que Cuba trabaja a favor del desarrollo sostenible, de acuerdo con el Fondo Mundial de la Naturaleza.
«PROVARIS, resultado de la cooperación de diferentes instituciones, ha sido certificada por una auditoría internacional como una de las más seguras a nivel mundial para el uso del propelente GLP que, aunque no afecta la capa de ozono, es un gas altamente inflamable», agregó.
La probada efectividad de estos productos, asegura Gustavo Cuervo Samón, jefe de Producción, ha permitido su exportación, muestra de lo cual son los recientes contratos con Panamá y los futuros proyectos de exportación a naciones centroamericanas.
«Es una prioridad de nuestra empresa no solo garantizar la calidad de las formulaciones de los productos y su flujo continuo de producción, sino también la de su imagen visual, porque para lograr la mayor confiabilidad de la población en los productos de factura nacional, su diseño es importante. Por ello saldrá a la venta, más adelante, el mismo producto LOMATÉ con otra imagen, para ofrecerle más variedad visual al cliente y, sobre todo, más respeto en lo que le ofrecemos.
¿Dónde y cuándo?
La presencia de todos los productos de PROVARIS en el país de manera permanente depende no solo de la producción sistemática —la que no ha tenido contratiempos hasta el momento— y de su transportación hasta las unidades municipales, lo cual es responsabilidad de la empresa, sino también de los criterios de distribución que se establezcan en relación con las características específicas de cada territorio, como sucede con el resto de las producciones nacionales.
Pilar Fernández González-Pardo, jefa del Grupo de ventas minoristas de productos no alimenticios del Ministerio de Comercio Interior, explicó que las direcciones municipales de Comercio y Gastronomía son las encargadas de la distribución mensual de los productos en cada municipio.
«Aunque el MINCIN es el órgano rector de esta actividad, en tanto dicta la política en cuanto a la comercialización minorista, le concierne a estas entidades garantizar el suministro de los productos en la red de mercados industriales de artesanía de sus territorios.
«En algunos municipios se vende más que en otros, como en Centro Habana y La Habana Vieja, en la capital. El criterio de distribución de los productos para estos territorios no puede ser el mismo que para Playa o Plaza, como mismo sucede en el resto de las provincias en relación con las ciudades cabeceras y el resto de sus municipios», detalló Fernández González-Pardo.
No obstante los estudios de mercado que se realizan, añade la funcionaria, aún no se satisface la demanda de la población con respecto a algunos de estos productos. No tiene que ver necesariamente con dificultades en la producción que, reitera, se ha mantenido estable, sino con cuestiones relacionadas con el transporte, por ejemplo, y otros factores que median en la garantía de ese abastecimiento.
«Generalmente la distribución de los productos es mensual. Ello explica que si el eficaz insecticida LOMATÉ es uno de los que más necesita la población, y por consiguiente uno de los que más rápido se agota en los mercados, sea necesario esperar el ciclo de suministro siguiente de ese territorio para encontrarlo nuevamente, aunque tal vez en otro podamos hallarlo a partir de las diferencias entre la oferta y la demanda de ambos. Por esa misma razón, si los aromatizantes tienen una rotación de venta más lenta, es comprensible que se encuentren con mayor frecuencia en las distintas zonas del país», acotó.