Kenia González y Yulier Santos sostienen a su hijo, rodeados por parte del equipo médico que atendió al niño. Autor: Iván Paz Nogueira Publicado: 21/09/2017 | 05:07 pm
CIEGO DE ÁVILA.— Lázaro Bartolo Santos González, un bebé nacido con menos de dos libras de peso y con solo 26 semanas de gestación, pudo superar su delicado estado de salud y se encuentra ahora en su hogar junto a sus padres, en la ciudad de Ciego de Ávila.
Bartolito —como ya se le conoce— nació el pasado 17 de diciembre, y desde entonces fue atendido bajo cuidados estrictos para superar las dificultades respiratorias e incrementar el peso para poder sobrevivir, en la Sala de Neonatología del Hospital Provincial Docente Doctor Antonio Luaces Iraola.
El parto prematuro se originó por una preeclampsia grave o una subida de presión dentro del embarazo. De no controlarse, puede provocar la muerte de la madre, y en ese caso la medida más efectiva es interrumpir el embarazo para salvar la vida de la madre y el feto.
«Nació con una inmadurez extrema del pulmón, pero enseguida tuvimos fe en que pudiera salvarse», contó la doctora Anaiskra Meisoso, una de las neonatólogas del equipo que atendió al niño desde el primer momento.
«Fueron momentos difíciles, con etapas depresivas muy fuertes, y solo pudimos superarlas por la atención de los médicos y enfermeras. Todo el mundo luchó por salvar a nuestro hijo», expresaron Kenia González y Yulier Santos, padres del niño, al regresar al hogar y ser recibidos por los vecinos en el reparto Vista Alegre, de la capital provincial.
Los cuidados al bebé incluyeron técnicas de ventilación no invasivas, alimentación con leche materna y la aplicación de fármacos de alto precio en el mercado internacional, algunos obtenidos en Cuba como el Surfacén, cuya cotización ronda los 90 dólares el bulbo.
Luego de casi cuatro meses de ingreso, Bartolito sobrepasó las cinco libras —peso ideal para el nacimiento— necesarias para estabilizar sus funciones respiratorias, y consolidar el funcionamiento de otros órganos, entre otros parámetros vitales. De esa forma el niño se convirtió en uno de los 400 bebés salvados en condiciones difíciles al nacer en el Antonio Luaces Iraola, de Ciego de Ávila. La Sala de Neonatología de esa institución ostenta la condición de Colectivo Moral del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Salud.