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Foto: Roberto Meriño HOLGUÍN.— Un importante impulso a las tareas de la recuperación agrícola, tras las afectaciones ocasionadas por el huracán Ike, han recibido esencialmente granjas urbanas para la producción de verduras, con el aporte voluntario de casi 4 000 jóvenes en más de 30 organopónicos de esta nororiental provincia.
En su mayoría estudiantes de la Enseñanza Media y Universitaria, y jóvenes trabajadores, estas fuerzas se vinculan a las áreas en cantidades previamente planificadas por sus organizaciones rectoras y la UJC, teniendo en cuenta los horarios de mayor rendimiento y aplicando distintas variantes organizativas.
Como uno de los renglones más dañados de la economía territorial, la agricultura urbana se vio afectada por daños a los cultivos y canteros, la caída de numerosos árboles sobre estos, así como la falta de fluido eléctrico y agua, elementales para el riego.
Gracias al extraordinario esfuerzo realizado de conjunto con los colectivos laborales de las granjas urbanas y el resto de las estructuras, solo en los primeros 30 días siguientes a los estragos del Ike, el Consejo de Defensa Provincial reconoció un sobrecumplimiento del 115 por ciento del plan de siembra previsto para la etapa, fundamentalmente con variedades de ciclo corto de cosecha.
Dentro del grueso de estos jóvenes holguineros se encuentra, además, una cifra significativa establecida en campamentos de distintas entidades agrícolas, tanto para la atención de cultivos vianderos como para la recogida del café, en el municipio de Sagua de Tánamo, donde el meteoro provocó la caída de más de 80 000 árboles de sombra.
Osmani Viñals García, primer secretario de la UJC en la provincia, destacó a JR la actitud desempeñada en este sentido por los colectivos estudiantiles, quienes sin descuidar su más importante misión social, la del estudio, han logrado un aporte decisivo en la transformación del difícil estado en que se vieron los organopónicos del territorio, incluyendo los escolares, de la noche al amanecer del 8 de septiembre pasado.
