LA HABANA.— Mirta Rodríguez, madre de Antonio (Tony) Guerrero, uno de Los Cinco luchadores antiterroristas cubanos presos en EE.UU, envió una carta de felicitación a su hijo, quien cumple 50 años este jueves 16, y reiteró la decisión de continuar la lucha por la excarcelación de estos hombres, reportó la AIN.
La madre del Héroe de la República de Cuba le escribió que su regalo este día, será demostrar internacionalmente la injusticia cometida contra él y sus hermanos de lucha Gerardo Hernández, Fernando González, Ramón Labañino y René González.
«Este año no tendré la dicha de oír tu voz para felicitarte y enviarte un besote, pero el deber de la lucha nos pone distancias. Ese día 16 estaré en Argentina denunciando la injusticia. Ese será mi regalo: llevar mi voz de denuncia y tú sabes que estarás presente en cada espacio que me asignen», expresó a su hijo.
En declaraciones exclusivas a la AIN, Mirta denunció la inadecuada situación que sufre Antonio en Florence, prisión de máxima seguridad en el Estado de Colorado donde, según expertos en derechos de prisioneros, el gobierno federal ubica a «lo peor de lo peor» de sus reclusos.
Rodríguez rememora cada detalle de la vida de su hijo: «Parece que fue ayer cuando te llevaba entre mis brazos», y confía en que los próximos años serán para la familia más afortunados que estos 10 últimos.
Antonio ha pasado más de dos tercios de este año en el llamado lock down, confinamiento en solitario impuesto por las autoridades de la cárcel a toda la población penal ante la ocurrencia de un hecho violento.
Se trata de un encierro dentro de otro encierro —refirió Mirta—, privado de llamadas telefónicas, sin poder recibir visitas consulares, familiares y de sus abogados, sin acceso al aseo personal y con alimentos fríos.
Prevenir a Cuba de acciones violentas gestadas, con anuencia de Washington, por organizaciones terroristas radicadas en el sur de la Florida, era la misión de los luchadores.
Los Cinco, como se les conoce en la campaña por su liberación, fueron detenidos el 12 de septiembre de 1998 en Miami y condenados en el 2001 a cuatro cadenas perpetuas más 77 años de privación de libertad, acusados sin pruebas entre otros cargos, de conspiración para cometer espionaje.