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DynCorp entrenando policías en Afganistán. Invariablemente su nombre se asocia a las guerras: Corea, Vietnam, Golfo Pérsico, El Salvador, Bosnia, Plan Colombia, Afganistán, Iraq, la frontera de Estados Unidos con México, y también a lo que quedó de Nueva Orleans tras el Katrina...
DynCorp Internacional Inc acaba de recibir un nuevo regalito del Departamento de Estado norteamericano, y el monto es sustancioso: 545,7 millones de dólares para seguir entrenando, durante dos años más, a la policía iraquí, un monto muy superior a los 152 millones que ya tenía en los bolsillos desde que en 2004 fue beneficiada con un contrato por cuatro años para servir de consejera al cuerpo de gendarmes que responde a los dictados de los ocupantes estadounidenses.
Los consultores, entrenadores y mentores del Servicio Policiaco Iraquí, del Ministerio del Interior y del Departamento del Cuidado de las Fronteras aumentarán su presencia, hasta el número de 800 mercenarios para esos menesteres, y la paga se suma a otra jugosa misión también renovada, proveer abastecimiento a la Fuerza Aérea de Estados Unidos en el Golfo Pérsico, con lo que se embolsará otros 416,5 millones de dólares, para dar seguimiento a otra iguala que DynCorp International obtuvo desde el año 2000.
Pero ahí no para la cosa, porque está además entre las preferidas del Departamento de Defensa que en marzo le otorgó un trato de 4 600 millones de dólares para dar servicios de traducción en Iraq.
No hay dudas de que esta es una de las grandes ganadoras de los ocho años de la administración belicista de Bush, el hijo, pero a decir verdad no empezó con el W. la buena estrella de esta empresa creada en 1946 por un grupo de pilotos de guerra y bajo el nombre de California Easter Airways Inc., supuestamente para el transporte de carga, aunque transformada rápidamente en una de las mayores compañías privadas del mundo dedicadas a tareas de seguridad y defensa, es decir a prestar servicios mercenarios en cualquier lugar del mundo, sobre todo en aquellos en los que no es conveniente o está prohibido que los ejecuten directamente las fuerzas armadas de Estados Unidos.
Así, esta empresa con base en Falls Church, Virginia, anualmente recibe unos 2 000 millones de dólares en ganancias y el 96 por ciento de ellos proviene del gobierno federal, y tiene casi una patente de corso para actuar a sus anchas, incluidos negocios turbios que en más de una ocasión han vinculado a algunos de sus empleados con el narcotráfico que se supone deben combatir, o con la trata de blancas que crece como la verdolaga cuando están presentes todas las calamidades sociales que también generan las guerras. Ni hablemos de las violaciones de los derechos humanos, donde los ejemplos más conspicuos saltan a la vista, con la participación de «traductores» y especialistas en interrogatorios en las cárceles de las fuerzas ocupantes en Iraq o en las prisiones secretas o «huecos negros» dispersos por el mundo.
Con los negocios de este año, DynCorp se asienta ventajosamente entre sus más enconados competidores del ramo: Blackwater USA, Intercon, American Security Group, Wackenhut, la británica Aegis Defence Services Ltd y la israelí Instinctive Shooting Internacional (ISI), las que tampoco lo hacen mal, pues hay caramelos para todos en un mundo donde la seguridad escasea y si no hay inseguridad o enemigo a la vista, pues se inventan.
Y como es de suponer, en Wall Street también recibe su recompensa: las acciones de DynCorp —consolidada entre las 25 mayores contratistas del Pentágono y el Departamento de Estado— vio con satisfacción que, en una Bolsa que a diario sufre los embates de una economía en crisis, sus acciones subieron siete centavos para llegar, por ahora, a 16.78 dólares. Congratulaciones, con Bush al mando al crimen se le paga...