Frente al espejo
No sé si es que ha decaído el sistema educacional pero, en mi experiencia cuando impartía clases, las tesis tenían que resolver algún problema de la empresa donde el estudiante hacía las prácticas (Las tesis sobre las tesis, Juan Morales Agüero, 5 de marzo). Me refiero a centros formadores de técnicos medio en especialidades relacionadas con la economía... Como estudiante mis investigaciones que conformaron tesis fueron aplicadas y trajeron como resultado serias investigaciones en diferentes empresas; mis tutores, muy exigentes, ponían ante cualquier cosa esa condición, tanto en la licenciatura como en la maestría. En los dos casos presenté soluciones; en la primera, hace tantísimos años, no tuve en cuenta el resultado económico, el beneficio en dinero que representó para esa entidad, lamentablemente en aquel tiempo eso no se exigía, pero en la maestría sí fue primordial. Siento gran satisfacción porque la entidad en la que se aplicaron las técnicas recuperó un nicho importante de mercado y obtuvo ingresos por una importante cantidad, además del ahorro que significó la investigación al no tener que contratar a quienes le hicieran consultoría y estudios al respecto. Lo único que tengo de eso es un documento o aval como trabajadora, en el cual la empresa expone todo lo que ahorró y ganó con esa investigación, y aunque nadie lo entienda, la satisfacción de que aporté al desarrollo de mi país... En las tesis no podemos obligar a los estudiantes a que se enmarquen en temas que los profesores quieran. ... Estas cosas desaniman, el que se gradúa debe demostrar sus conocimientos en temas aplicables, que sumen a nuestra economía, o al menos que el graduado haga gala de sus conocimientos. (Anar)