Frente al espejo
Todavía recuerdo ese fatídico 11 de enero de 1980 (Reencuentro con Celia, Osviel Castro Medel, 11 de enero), a pesar de no haber cumplido mis diez años. Yo era un guajirito de «monte adentro» y había ido a buscar, a caballo, a mi hermana, un poco mayor que yo, que estudiaba en una de las secundarias básicas en el campo. De ese día solo recuerdo dos cosas: nuestra bandera ondeando a media asta y las palabras de mi hermana explicándome lo sucedido. Después de pasados 35 años aún no olvido ese día. (Corona)
Mencionar el nombre de Celia Sánchez Manduley es para mí evocar a una suerte mágica de ser atento a todos los detalles. (Francisco Rivero)
Me encantó el texto publicado hoy (La profecía de Cachita, Rubén Rodríguez, 11 de enero). Imaginé que tomaba el trillo junto a Cachita y ese segundo párrafo lo viví tal como lo relatas, pues en muchas ocasiones iba a visitar a la abuela y la belleza de las campanillas blancas, las mariposas y las abejas junto a todo lo que mencionas. Me trasladó a mi niñez, aunque nunca vi un venado por los caminos, pero el recrear esa maravillosa estampa campesina me produjo una sensación indescriptible, muchos recuerdos y sobre todo el agradable sabor de la campiña cubana de aquellos, mis primeros años de niñez y adolescencia. Gracias por tan hermoso texto. (Ana María Bauta Quintana)