Acuse de recibo
Ante quejas reveladas aquí, de pacientes insatisfechos con el reciente y continuado desabastecimiento y carencia de las reguladas bolsas de colostomía que les corresponden en las farmacias, responde el doctor Armando Piloto Carvajal, director general del Grupo Empresarial de Aseguramiento a la Salud Pública (Geaps).
Refiere el directivo que la demora en la llegada a Cuba de las bolsas de colostomía importadas «ha estado motivada por la tensa situación financiera del país, lo que ha condicionado afectaciones en los arribos del material gastable e insumos».
Ello, añade, ha obligado a realizar contratos con nuevos proveedores, así como la evaluación y registro por la entidad reguladora de la calidad (Centro para el Control Estatal de la Calidad de los Medicamentos) para garantizar la disponibilidad del producto.
Manifiesta el doctor Piloto que «las medidas tomadas han permitido garantizar una cobertura de tres meses a partir de septiembre, abasteciéndose la región occidental; y en este momento están en proceso de distribución el resto de las provincias».
Y afirma que, en tal sentido, se les brindó respuesta personalmente a los pacientes que mostraron en esta sección su inconformidad.
Agradezco la respuesta, y sobre todo la información de que reaparecen las bolsas de colostomía. Esos pacientes esperan que, aun en medio de tantas tensiones financieras y de liquidez externa de nuestra economía afectada por el bloqueo, se priorice para 2019 la contratación de las mismas en el exterior. Esas bolsas no tienen sustitutos o sucedáneos en el país, y son imprescindibles para la salud y el bienestar de tales personas.
La artesana Danay Ricardo Sablón, trabajadora por cuenta propia y residente en edificio 3, apartamento 10, en la bella Guardalavaca, municipio holguinero de Banes, se indigna cada vez que recuerda aquel 23 de abril de 2017, cuando se presentaron en su taller directivos de la Empresa Náuticas y Marinas Marlin y de la sucursal de esta en Guardalavaca.
Entonces, los funcionarios le solicitaron realizar un contrato para que ella laborara con vistas a la Feria Internacional de Turismo 2017, a celebrarse en esa provincia. El encargo era tallar en madera agujas con detalles marinos y una frase alegórica al evento, para entregárselas como souvenir a cada participante en la cita.
Así, acordaron que la artesana hiciera 250 piezas, con un precio de dos CUC cada una, y debía estar concluido el trabajo el 30 de ese mismo mes.
Luego de un arduo trabajo en extensas jornadas —verdadero sacrificio—, Danay cumplió en el plazo requerido y con calidad. Para cobrar lo realizado, le informaron que debía crear una cuenta bancaria de 50 CUC, y obtener de la ONAT un certifico de diez CUC, a fin de confirmar que no tenía adeudos bancarios. Todo lo hizo. Y después, tuvo que abrir una nueva cuenta bancaria, en CUP, pues debía recibir el pago en esta última moneda.
Todas estas acciones, según afirma, las realizó a decenas de kilómetros, perdiendo días de labor y con gastos adicionales. Y a pesar de cumplir con lo acordado, de entrevistarse personalmente con funcionarios de Marlin Sucursal Guardalavaca, incluido su director; y de comunicaciones telefónicas constantes con otros directivos de La Habana conocedores del caso; a pesar de continuar entregando cuantos documentos solicitaron, no ha recibido aún un solo centavo por su trabajo.
«Al parecer, refiere, no son suficientes 17 meses, para que se pongan de acuerdo en quién cumplirá con la parte del contrato en que debe pagarse por el trabajo concluido. Me siento engañada por la institución y no tengo ya adonde acudir para resolver mi problema.
«Espero que este reclamo llegue a oídos receptivos, y que personas sensibles apoyen esta causa. Soy madre de dos hijas estudiantes, a las cuales debo mantener. Y vivo de mi trabajo», concluye Danay.