Acuse de recibo
El pasado 27 de junio, el lector Jorge Luis Sánchez Gallardo denunció aquí irregularidades y deficiencias en la distribución de gas licuado de la ciudad de Manzanillo, que generaba molestias en la población.
A mediados de 2017, contaba, comenzó la contratación del servicio liberado, y en septiembre de ese año se permitió un segundo contrato por núcleo familiar. Y se dijo que había garantías para el abasto a los puntos de venta.
Pero las colas eran kilométricas, decía; y aparecieron los vendedores de turnos a 20 CUP. Entonces se informó que era por falta de «balitas». Luego, de enero a marzo de 2018, mejoró la situación. Pero después volvieron a lo mismo, o peor.
En comparecencia ante el telecentro local Golfo Visión el 8 de junio, añadía Jorge Luis, un funcionario de Cupet señaló que el desabastecimiento de gas se debía a la falta de transporte, porque para distribuir la demanda a las cinco provincias orientales se había hecho un contrato con una empresa, el cual expiró en marzo y se decidió no renovarlo.
También indicó el lector que los consumidores tradicionales de gas normado, tienen que hacer la misma cola que los del liberado.
«En estos momentos, afirmaba, hay consumidores de gas normado que este año no han podido comprar todavía el suyo... El objetivo era mejorar la calidad de vida de la población, pero finalmente lo que ha sucedido es que han complicado tanto a los que contrataron gas liberado como a los del normado, y mucho más a estos últimos», manifestaba Jorge Luis.
Fechada el 12 de julio, nos llegó el 4 de septiembre la respuesta de Diosvani Santillán Aguilar, director de la Empresa Comercializadora de Combustibles de Granma, adscrita a Cupet.
La misma señala que la cantidad de cilindros contratados para la venta liberada fue insuficiente, considerando la demanda del nuevo servicio. Y a partir de junio se ha recibido un reaprovisionamiento en la provincia, como resultado de la contratación internacional y la producción nacional.
Refiere que el transporte en la Empresa es limitado, por lo cual se decidió concentrar el mismo, para lograr una mejor distribución de los cilindros en todas las provincias orientales.
Para mitigar la situación, añade, la dirección de la Empresa, de conjunto con el Gobierno en el territorio, trabaja en la localización y preparación de nuevos locales para la apertura de otros puntos de venta; de manera que disminuya la concentración de clientes y se incremente la capacidad de almacenamiento de los cilindros.
Agrega que la Empresa, de conjunto con las autoridades del Minint, realiza acciones para que no se genere la venta de turnos por personas inescrupulosas.
Sobre la prioridad en la compra en los puntos de venta, subraya que todos los clientes tienen el mismo derecho. Y en la medida que se logre estabilizar el servicio, habrá mayor posibilidad de adquirir el producto sin la insatisfacción de largas esperas.
Destaca que la empresa cuenta con 78 000 clientes de gas licuado, de ellos 59 000 del liberado, cifras muy superiores a las proyectadas. Y, a diferencia de otras provincias, en Granma se inició la venta en dos ciudades (Bayamo y Manzanillo). Aparejado a ello, señala, hubo dificultades con la producción de cilindros, que, al momento de la respuesta ya se iban solucionando.
Al final, consigna que el consejo de dirección de la Empresa Comercializadora de Combustibles de Granma declaró con razón la queja de Jorge Luis.
Agradezco la respuesta, y solo agrego algunos elementos: No se esclarece lo señalado por el cliente en cuanto a la situación del transporte y la no renovación del contrato. Y se hace evidente, incluso por la razón que le conceden a Jorge Luis, que no se previó la demanda que iba a tener ese nuevo servicio ni tampoco las condiciones de infraestructura que requería, de manera que mejoría tal no se convirtiera en un engorro.