Acuse de recibo
«Solo le donaron olvido», afirmábamos aquí el pasado 25 de julio, al reseñar la misiva de Alain Benito Hernández González (calle 5ta., entre A y B, No. 55, Rpto. Vigía, Santa Clara), quien se quejaba de desatención luego de 21 años como donante de sangre.
Al salirle una prueba «movida», luego de una donación de plaquetas, en mayo de 2015, le comunicaron a Alain que no podía donar más. Esta decisión, le dijeron, obedecía a una directiva nacional, evocaba el villaclareño.
En sus más de dos décadas como donante, se dolía, de las autoridades locales no recibió reconocimiento ni estímulos materiales. Solamente los CDR distinguieron moralmente su aporte. En el año 2014, con una carta firmada por el Director del Banco de Sangre y por la responsable del programa de plasmaféresis, acudió a la Asamblea Provincial del Poder Popular para gestionar que le pusieran un teléfono fijo en su hogar. No hubo disponibilidad.
«Los compañeros del programa del Banco de Sangre jamás se volvieron a preocupar por mí, ni tan siquiera para hacerme un chequeo de rutina», lamentaba el lector.
Al respecto contesta la doctora Ángela Olga Hidalgo Sánchez, jefa del Departamento de Urgencias, Emergencias y Trasplante del Minsap. Comunica la doctora que, luego de la investigación correspondiente, pudo comprobarse que efectivamente Alain Benito se mantuvo durante 21 años donando sangre (y a partir de 2011, plaquetas), hasta que en mayo de 2015, en el control realizado antes de cada donación, se reportó reactivo de VHC (virus de la hepatitis C).
En ese momento, añade la funcionaria, «fue citado por la especialista principal del departamento de Plasmaféresis del Banco de Sangre y se entrevistó para conocer en qué situación de salud se encontraba, además de comunicársele el resultado de la prueba».
A partir de ahí se ejecutó «lo regulado por el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed), en relación a las buenas prácticas para los Bancos de Sangre, de forma tal que se garantice la seguridad transfusional y la producción de medicamentos para la Planta de Hemoderivados; cuando esto ocurre, se retira al donante del protocolo de donación por aféresis para la seguridad de los posibles receptores».
En la historia clínica del donante, apunta la galena, aparece un documento con el consentimiento informado, solicitado a todos los donantes, donde se refiere que ante cualquier resultado positivo de los exámenes no puede continuar con las donaciones. Este documento está firmado por el villaclareño con fecha 26 de enero de 2005.
Asimismo, la comisión que investigó el asunto constató que en el área de salud de Alain se ha seguido lo normado para quienes resulten reactivos de hepatitis C, con el chequeo pertinente, el cual, en este, ha sido negativo.
De igual forma «se evidenció que como donante activo fue estimulado y reconocido durante su trayectoria en diferentes momentos, en jornadas del donante, certificados de reconocimientos, actos masivos y participación en medios televisivos», manifiesta la directiva.
«Se le ratifica a la directora del Banco y a la jefa del departamento de Plasmaféresis la responsabilidad que tienen con todos los donantes en la provincia y la importancia del seguimiento por parte del Sistema de Salud en la atención de aquellos que fueron donantes y tanto brindaron a este programa priorizado». El caso se calificó «sin razón», se le ofreció respuesta al promovente, y él mostró conformidad, concluye la misiva.
Agradezco la carta y la detallada explicación. Solo comento un detalle: aunque no constituye el objetivo de Alain, ni el de los cientos de cubanos que donan generosamente parte de su vida a otra vida, siempre que se pueda deben acompañarse los estímulos morales a ellos con estímulos materiales. Eso ayuda mucho a que estos salvadores se sientan también salvados en sus urgencias cotidianas.