Acuse de recibo
A «eliminar barreras en Cayo Granma», llamábamos aquí el 10 de mayo de 2016, acompañando las líneas que nos remitiera el santiguero Noel Santiesteban Fernández, residente en calle 1ra. No. 8, del referido poblado.
«En la década de los 70 —rememoraba el lector— se comenzó a enlajar la calle principal que circunvala el Cayo; nunca se terminó, pues solo se hizo un 60 por ciento. De todas formas, las partes que se hicieron hoy están en pésimo estado, lo que hace casi imposible que los que usamos sillas de ruedas (…) podamos transitar por el lugar».
Asimismo, apuntaba sobre otras barreras arquitectónicas en su entorno, que tal vez podrían eliminarse sin demasiado trabajo y que aportarían mucho bienestar.
Al respecto, contesta Raúl Fornés Valenciano, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular (AMPP) en Santiago de Cuba. En su misiva, fechada el 19 de enero de 2017, apunta el dirigente que la queja fue atendida por Virgen Alfonso Rodríguez, vicepresidenta del CAM, quien, junto al Director del Distrito 3 Antonio Maceo, perteneciente a la Dirección Municipal de Servicios Comunales, visitó el hogar del remitente y «comprobó que ciertamente las calles se encuentran en un estado crítico y afecta a todos los vecinos del lugar».
«Se le explicó que en estos momentos no se cuenta con financiamiento, ni recursos para ejecutar estos viales. Se está accionando en las arterias principales del Distrito y las que tienen incidencia con el paso de los ómnibus del transporte público», refiere el Presidente de la AMPP.
Este es un asunto abordado en los procesos de rendición de cuentas, evaluado dentro del Plan de la economía, y se ha explicado la causa de su no solución, manifiesta el directivo. Y precisa: «Se le informó a Noel que los planteamientos no caducan, razón por la que estará vigente hasta su solución definitiva».
Termina el funcionario calificando el caso «con razón», y ha quedado orientado y conforme el remitente.
Agradezco la misiva. Como cualquier cubano, este redactor puede suponer los esfuerzos enormes que en cada municipio se realizan para hacer mucho con poco y aliviar los problemas de los más. Sin embargo, me parece que ante una queja como esta y la verificación de un «estado crítico» que «afecta a todos los vecinos del lugar», resulta incompleto responder, más de ocho meses después de publicada la carta, que no hay financiamiento. El remitente se refería a problemas que datan de décadas, ¿no hubo financiamiento en todo este tiempo? ¿Qué alternativas de búsqueda de fondos para financiarlo se han explorado? ¿Cuánta información y participación real se les ha dado en ello a los residentes del poblado? ¿Cuántos planes, proyectos, incumplimientos y legajos se han engavetado al respecto? ¿Quiénes han sido los responsables? Hay varias preguntas por responder, y no se contestan con unos pocos párrafos.