Acuse de recibo
A solo semanas de haberse celebrado el XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, y a contrapelo del espíritu democrático que prevaleció en él, al punto de que se reafirmara que todo lo concerniente al pago a los trabajadores y sus condiciones de trabajo debe ser debatido con ellos, llegan denuncias como la de Ángel Roger Pérez Paneque, residente en calle 13, No. 4-A, en la localidad granmense de Niquero.
Roberto refiere que labora como técnico de la cuadrilla No. 4 que lleva el nombre de Roberto Ramírez Delgado, perteneciente a la empresa Tranzmec Obras Ingenieras (Transporte y Mecanización del grupo Azcuba). Y precisa que desde febrero de 2014 implantaron en esa entidad un nuevo sistema de pago sin discutirlo ni analizarlo con los trabajadores, violando así el convenio colectivo de trabajo.
El documento contentivo del nuevo sistema se entregó a las cuadrillas el 30 de enero, y en el pago del 5 de febrero, correspondiente al mes anterior, ya salió afectado el salario por las nuevas regulaciones.
Precisa Ángel que el 1ro. de febrero la jefa de Recursos Humanos de la brigada aclaró algunas dudas de los jefes de cuadrillas. El 3 de ese mes los jefes y técnicos de cuadrillas y el jefe de Brigada de Obras Ingenieras reclamaron al jefe de Recursos Humanos en la provincia. Según el remitente, este respondió que ese sistema de pago ya estaba aprobado «por la nación» y no tenía discusión. Sin debatirse ni recogerse criterios de los trabajadores.
La cuestión —aclara Ángel— es que el nuevo sistema de pago tiene una condicionante de cuentas por cobrar envejecidas, que penaliza desde un 75 hasta el ciento por ciento del pago por resultados a jefes y técnicos de cuadrillas.
La discrepancia de Ángel versa en cuanto a que los técnicos de cuadrillas no tienen ninguna potestad jurídica, y no está dentro de su contenido de trabajo el cobro de las deudas. Para eso —subraya—, la brigada tiene una estructura económica en la dirección: para la actividad de cobros y pagos.
Y abundado más, el remitente especifica que las cuentas envejecidas corresponden, en su mayoría, a la unidad empresarial de base (UEB) Atención a Productores, que no paga porque la instancia nacional no ha situado el dinero para sufragar la rehabilitación de los caminos cañeros. «Y nosotros no podemos retirar el servicio, porque es una decisión de la Empresa Tranzmec Granma, y ponemos en peligro el desarrollo de la zafra azucarera».
Y aunque varios trabajadores hicieron una reclamación por escrito a la administración, solo se les dijo de palabra que ese era el sistema de pago, y no tenía discusión.
«A pesar de triplicar el plan de producción —precisa—, fue penalizado mi salario del mes de febrero. ¿Acaso los sistemas de pago son para estimular la producción o para frenarla? ¿Es justo ser penalizado con el ciento por ciento de la estimulación de los meses de enero y febrero, cuando la solución del problema no está en mis manos y tampoco son mis funciones?
«Esta situación parece no terminar nunca. Continuamos trabajando, y con ello crece la deuda, afectando salarialmente a técnicos y jefes de cuadrillas, sin que se demande o se busque alguna vía para solucionar el problema por parte de la dirección provincial de la empresa Tranzmec Granma. ¿Qué va a pasar con todo el dinero que me penalizaron injustamente?», concluye Ángel.
Este redactor solo hace una pregunta: ¿«La nación» no somos todos?
Mercedes Valdés Castro lo alerta antes de que llegue en mayo el Día de las Madres: el incierto destino de las postales que se envían por correo para esa festividad desde hace unos años. Y ella aclara que el problema puede parecer pequeño, pero tiene que ver con el sentimiento y los corazones de la gente.
«Parece que ya se hace sin amor. La mayoría de las postales que he enviado no llegan a su destino. Hace años estoy comprobando la veracidad de lo planteado. En 2011 envié 19 postales y llegaron a su destino ocho. En 2012, de 23 solo 11. En 2013 fueron 27 y de estas 13. En los tres años envié en total 69, y llegaron 32.
«Pero no solo me sucede a mí. Muchas personas se quejan porque su postal a un ser querido no llega. Ahora no vamos a echarle la culpa al bloqueo. Ojalá que este año lleguen más», concluye Mercedes.
Allá en avenida 43 No. 10912, entre 104 y 106, Marianao, La Habana, esta mujer espera una respuesta a tiempo. Sería una gran oportunidad para que Correos de Cuba, ya alerta, resuelva definitivamente un problema de alta sensibilidad popular, que no admite excusas ni justificaciones.