Acuse de recibo
Preocupa la carta de Marbelis Martínez Rodríguez (La Escondida, s/n, Turiguanó, Morón, Ciego de Ávila), mamá de un pequeño de 11 años de edad con retraso mental moderado, agravado con crisis nerviosa, que hace varios meses aguarda por un maestro ambulatorio.
Evoca la remitente que desde septiembre de 2013 su pequeño Daikel tuvo que salir de la escuela primaria Raúl Gómez García tras una crisis de nervios. Entonces fue remitido a la consulta de Psiquiatría en la provincia de Camagüey. Después de haberle dado el alta, el doctor Pastor Lucas entregó a la mamá un certificado para solicitar que le pusieran el maestro ambulatorio, porque debido a su padecimiento el niño no puede estar en la escuela.
«Yo he ido a los órganos competentes de Educación en Morón y Ciego de Ávila, y todo ha sido en vano, cuenta la remitente. La respuesta que me han dado es que no hay maestro ambulatorio y han transcurrido cuatro meses de espera».
Explica Marbelis que ha tenido incluso que llevarse a su hijo para el trabajo, por lo cual ha recibido regaños. La situación se complejiza, pues el psiquiatra del pequeño también le orientó atenderlo en condición de «madre cuidadora», por lo que recibiría una chequera, pero esto tampoco ha procedido.
Más allá de las diligencias de la madre y de las atenciones que hasta este momento recibió, vale la pena preguntar desde esta columna qué soluciones puede tener un caso como el de Marbelis.
Aislamiento. Ese era el sentir de la capitalina Digna González Travieso (calle 6ta., No. 12 612, entre Soto y B, Rpto. Trébol, Boyeros), expresado aquí el 30 de noviembre de 2013. Contaba Digna que la 177, ruta de transporte público que corresponde a su localidad, rara vez aparecía. Y para ella y otros veteranos, salir a la calzada de Boyeros, remontando dos kilómetros de distancia, era casi una odisea. Para colmo de males —añadía la remitente—, el estado de las calles de la zona dejaba mucho que desear, lo cual también complica la circulación de transporte en la zona y la movilidad de los lugareños.
A propósito, responden Cirilo Ramos Castilla y Ángel Luis Fonseca Zamora, especialista de Atención a la Población y director general, respectivamente, de la Empresa de Ómnibus Urbanos de Ciudad de La Habana.
Explican los funcionarios que lo planteado por Digna es real. La ruta 177 pertenece a la unidad de Santiago de las Vegas, la cual presenta una situación extremadamente crítica con su parque de ómnibus marca Buscar, que tienen ya más de 14 años de explotación. Esta unidad tiene programadas 17 salidas y solo promedia 14 diariamente…
La 177 —apuntan los directivos— tiene una frecuencia de 2,30 horas diarias, con seis viajes por la mañana y seis por la tarde. «Según el estudio realizado para responder a la queja formulada por Digna, en el mes de noviembre trabajó de la siguiente manera: plan de viajes: 486 mensual; viajes realizados: 318 (para un 65 por ciento)».
Por todo ello —enfatizan—, estos ómnibus entraron en el plan de reparación capital, con vistas a poder garantizar durante el 2014 un servicio más eficiente.
También apuntan los directivos de la referida empresa que la unidad de Santiago de las Vegas no posee ómnibus Yutong, y trabaja solo con los de la marca anteriormente referida, que por el nivel de sobreexplotación y la carencia de piezas de repuesto suelen fallar bastante.
«En la actualidad —informan los funcionarios— se prioriza esta ruta, la cual en estos momentos está estable en su servicio, aunque este no cubre las necesidades de la población».
La queja de Digna González fue calificada entonces «con razón». Y a juzgar por la conformidad de la lectora, firmada en la respuesta, además de contestar al periódico la entidad la visitó y dialogó con ella. Esta gestión, en medio de las carencias, siempre se agradece.