Acuse de recibo
El pasado 18 de mayo pregunté por qué con frecuencia faltan las bolsas plásticas en muchas tiendas de divisas, a raíz de cierta insatisfacción de una clienta acerca de la inexistencia de ellas en un centro comercial de CIMEX. Y aunque no es solo esa entidad la comercializadora minorista, a propósito responde Eduardo Bencomo, presidente de la Corporación CIMEX S.A., para esclarecer el trasfondo del problema.
Precisa Bencomo que, desde que se creó la red comercial minorista de CIMEX, se estableció que los establecimientos contaran con bolsas plásticas en diferentes formatos, para la entrega de las mercancías a los clientes. Y las necesidades de esos insumos han ido aumentando. En los últimos años fluctuaron entre 240 y 300 millones de bolsas anuales.
El 50 por ciento de las bolsas se importaba y el resto las suministraban proveedores nacionales, fundamentalmente las fábricas Plinex y Cahoma.
Desde 2008, precisa, y dada la imperiosa necesidad de sustituir importaciones, cesaron los contratos externos y se concentraron las demandas en los proveedores nacionales. Así, en el 2009 esas necesidades dependieron en lo fundamental de producciones del patio.
Desde 2009 se refleja más el déficit de bolsas en las unidades de CIMEX, debido a la no entrega o intermitencias por parte de los suministradores. Tampoco se cumplió con los surtidos demandados, por falta de materias primas; y también por problemas tecnológicos como roturas.
Señala Bencomo que han acudido a otros posibles suministradores: Provari y la Empresa Química de Cienfuegos, y ha sido infructuosa la gestión. En el primer caso, es limitada la producción, y el producto no se ajusta a la calidad requerida. En el segundo, es una industria en fase de puesta en marcha, sin condiciones aún de garantizar las entregas.
La situación para 2010, precisa, no es más satisfactoria. El contrato con Cahoma es de 152 millones de bolsas anuales (el 50 por ciento de la necesidad). Y no se cumple hasta el momento con lo pactado. De Plinex no hay entregas; alegan paralización por falta de materias primas.
Aclara que CIMEX no cuenta con financiamiento para la importación de bolsas. Cualquier decisión al respecto, implicaría afectar la adquisición de mercancías para la venta.
Aun así, informa, para aliviar el déficit se decidió, a principios de año, efectuar una importación del proveedor FICUBA por tres contenedores. Dos de ellos arribaron en estos días y otro está en tránsito. Ello implica unos 33 millones de bolsas. Y se contrataron con un proveedor vietnamita unos 38 millones de bolsas, que deben arribar en agosto.
Pero la solución de las bolsas no podrá depender de la importación, por lo cual, continúan en contacto con los proveedores nacionales, fundamentalmente con Cahoma, para aumentar el nivel del contrato y sus entregas. También hay que tener en cuenta que Cahoma suministra a otras entidades, como la Cadena TRD Caribe. Otra alternativa es que, dentro de las prioridades del país, se asignen determinados recursos financieros que permitan a Plinex la adquisición de materias primas para reanudar la producción.
No descarta CIMEX continuar las gestiones con Provari y con la Industria Química de Cienfuegos, pero seguro será una cantidad bastante menor que las cerca de 800 000 bolsas que diariamente se necesitan para suplir la demanda de los más de 600 000 clientes diarios que acuden a los más de 2 000 puntos de venta de esa corporación.
Asegura Bencomo que, junto al aumento del control para evitar desvíos, deben trabajar de conjunto con otras cadenas para reducir el consumo de bolsas plásticas, por dos razones: Una ecológica, pues científicamente se estima que las «jabas» tardan 400 años en degradarse. Y la otra económica, pues CIMEX solo podría invertir entre siete y ocho millones de CUC en la compra de ese producto.
Finaliza remarcando que CIMEX es solo un elemento en este asunto, en el cual están involucrados otros organismos y ministerios.